Carmen Aristegui F. / '¿Estamos tan solos?'

AutorCarmen Aristegui F.

Con este título acompañó Efraín Bartolomé, poeta, escritor y psicoterapeuta chiapaneco, el texto que escribió de las 4:43 a las 6:35 de la mañana del jueves, apenas dos horas después de una experiencia aterradora y, quién lo dijera, a dos días de la presentación del primero de los tres libros dedicados a él: Los versos y la sangre, Vida y Obra de Efraín Bartolomé en el Palacio de Bellas Artes. Lo sucedido lo vivió al lado de su esposa, la arqueóloga Guadalupe Belmontes, en su casa de la colonia Torres de Padierna, en el Distrito Federal. El poeta narró cómo un grupo de hombres armados, vestidos de negro, cubiertos con pasamontañas y con las siglas "PFP" en la vestimenta, irrumpió en su casa y lo sometió a él y a su esposa en un interrogatorio que pretendía obtener información sobre armas e identidad de las dos personas que, arrodilladas, respondían las preguntas en medio de la madrugada con armas largas apuntando a sus cabezas. El operativo era, a todas luces, equivocado. Duró aproximadamente una hora. Se llevaron el reloj de Efraín, la cámara y memoria de computadora de Guadalupe, dejaron destrozos en parte de la casa y a un matrimonio agraviado. Ella le comentó a él: "pudieron habernos matado". Él escribió más tarde: "Yo imagino por unos segundos nuestros cuerpos ensangrentados". Algo parecido sucedió, por lo menos, en otras dos casas. La de los padres y la propia de la bióloga Patricia Magaña. Horas después, el procurador del Estado de México, Alfredo Castillo, anunciaba la captura de Óscar Osvaldo García Montoya, presunto líder de una organización cuyo extravagante nombre es "La mano con ojos". Se informó que se trataba de un sanguinario criminal, que perteneció a la Marina, entrenado por kaibiles del Ejército guatemalteco, al que se le atribuyen 600 ejecuciones. El indiscutible éxito de las autoridades por la captura se vio opacado por los atropellos cometidos en contra de los vecinos que sufrieron violencia, agresiones y amenazas, como Bartolomé, Belmontes y la familia Magaña.

El procurador Castillo reconoció que en la captura de García Montoya se catearon varias viviendas de la delegación Tlalpan y ofreció disculpas por la irrupción de los agentes ministeriales y se comprometió a subsanar los daños ocasionados a las viviendas. ¿Se puede...

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