Chapado a la antigua

AutorAlberto Bortoni

Fotos: Iváan Moreno

Éste es un auto de esos que cada vez es más difícil encontrar: potencia desenfrenada, transmisión únicamente manual, que exige pericia de su piloto y que perdona poco.

Y no podría ser de otra forma, porque estoy hablando del nuevo Mustang Bullitt, ese cuya fama nació en 1968 gracias a la película del mismo nombre, protagonizada por Steve McQueen.

Se trata de una edición especial de la que sólo llegarán 150 unidades a México y que está inspirado en el apellido del personaje Frank Bullitt, que conducía un Mustang GT 390 de 1968 y que, junto con McQueen, inmortalizó una de las mejores persecuciones en la historia del cine.

El del 2019 es una recreación del modelo del 68. La intención de la película no era el "product placement" del Mustang, al contrario, se le quitaron todos los indicadores de la marca, incluyendo el pony en la parrilla. Para este modelo, Ford respetó eso además del color original, el Highland Green.

Además de quitarle los adornos, Ford le dotó de cambios estéticos para hacerlo más parecido al de los 60. Un bisel cromado en la parrilla y otro en los cristales laterales contrasta con el tono oscuro del vehículo. Lo mismo en los rines, que estando terminados en negro mantienen un aro en aluminio pulido.

Como amante de los Mustang, tengo muy claro que el mejor deportivo que se ha fabricado es el GT350. Es debatible en muchos sentidos: habrá quienes digan que hay otros modelos que fueron más relevantes en otras épocas; o que el GT350 no es un Mustang sino un Shelby.

Escogí bien las palabras: como deportivo, el GT350 se cuece aparte y es, indudablemente, el mejor. Pero como Mustang, mi balanza se inclina hacia el nuevo Bullitt.

Dinámicamente, tiene todo lo que gusta del Mustang. Sí hay diferencias mecánicas importantes, como algunos aditamentos del motor que le aumentan la potencia hasta 480 caballos (20 más que el GT). También trae frenos Brembo de serie, algo que el GT ofrece como paquete en algunos mercados.

El carácter del Bullitt está también en su manejo. Las diferentes modalidades cambian la apariencia del tablero digital y, se puede modificar el tono del escape gracias al sistema de válvulas eléctricas. Con el solo cambio de la modalidad, el ruido del motor pasa de un tranquilo ronrroneo a un escandaloso estruendo.

La única transmisión disponible en el Bullitt es manual. No podría ser de otra forma. Manejarlo requiere de pericia y de una gran determinación para no cometer imprudencias...

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