EN EL CIBERCAFÉ / Comprando computadora

AutorEnnio Fano

El dólar va para arriba y el peso sigue bajando (uy que miedo, mira como estoy temblando), era parte, si no me equivoco, de una canción de Chico Ché y la Crisis, misma que viene muy ad hoc en estos momentos que estamos en medio de una crisis financiera como esas a las que ya nos habíamos prácticamente desacostumbrado.

Como es de imaginar, esta situación económica nos está golpeando por todos lados, pero debido a que México no es precisamente un productor de tecnología y a que prácticamente todo en este segmento se cotiza en dólares, para todos aquellos que necesiten adquirir algún producto electrónico, una vez agotados los inventarios de los proveedores, la crisis se va a sentir todavía un poco más.

Con todo esto y a pesar de que la coyuntura no es precisamente la más adecuada, después de las penurias que sufrió mi laptop (la batería y el adaptador de corriente dejaron de funcionar) y de haberme dado cuenta que comprar unos nuevos me salía casi a la mitad de precio que comprar una computadora nueva, tomé la decisión de salir en búsqueda de una nueva máquina, tanto en tiendas como en internet.

Como una opción, un familiar que iba de viaje a los Estados Unidos se ofreció a comprarme una allá, con la idea de resultara más barata, pero viendo la actual cotización del dólar y por los precios que pude encontrar en internet, me pareció una mejor opción el adquirir la máquina de manera local, con la ventaja de contar aquí con garantía, software en español y factura (por aquello de las declaraciones de impuestos).

Y es que a pesar de que tengamos la idea generalizada de que todo allá debe de ser más barato, resulta que esto no aplica para todas las cosas. Por ejemplo, cámaras de video o fotográficas profesionales, en definitiva, son más baratas, pero algunas cámaras de consumo, tarjetas de memoria o incluso algunos modelos de televisiones, llegan a tener mejores precios de manera local.

La razón es relativamente sencilla, pues no todos los productos son hechos en Estados Unidos (¿de qué lugar en Asia creen que vienen?), muchas de las cosas que se venden en México se importan directamente de su país de origen, razón por lo cual, reduciéndose el número de intermediarios, algunos precios pueden resultar verdaderamente competitivos.

Con las computadoras pasa algo distinto. Cuando hablamos de las de escritorio, este mercado está dominado en nuestro país por los clones, es decir, máquinas que son armadas de manera local por pequeñas compañías que...

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