Cinexcepción / Adiós, maestro (I)

AutorHugo Hernández

El 9 de julio murió en su natal Roma Carlo Di Palma. Probablemente aun para aquellos que han visto las películas en las que participó, este nombre no resulte muy evocativo. Sin embargo, su labor está presente en cada imagen, en cada cuadro: no es raro que la fotografía, siendo totalmente elocuente, visible al 100 por ciento, resulte "invisible" para el espectador (a menos que sea ostensible, como en los "bellos paisajes a lo National Geographic"), y aunque difícil de verbalizar, su efecto es decisivo en la lectura que se hace de la película, en el ánimo que provoca. Así pues, no es raro que sutilezas parecidas sean apreciadas en toda su magnitud sólo por la gente directamente involucrada en la factura de películas, realizadores y directores de fotografía en primera línea. Su deceso pasó prácticamente desapercibido para los medios en general y la prensa cinematográfica en particular, mas Di Palma pasará a la historia como uno de los grandes cinefotógrafos de todos los tiempos. Otras sirenas le cantaran si actor fuera.

En sus inicios, Di Palma participó como asistente en dos obras memorables: Ossessione (1943) de Luchino Visconti y Roma, Ciudad Abierta (1945) de Roberto Rossellini. En adelante, ya como responsable directo de la imagen, se involucrará con grandes directores italianos (Bertolucci, Scola) y con cineastas de la talla del húngaro Miklós Jancsó, aunque es justo precisar que no fue en los títulos más célebres de aquéllos. La película más conocida de su "primera época" es Divorcio a la Italiana (1961) de Pietro Germi.

Su consagración definitiva viene de la mano de Michelangelo Antonioni, con quien colaboró por primera vez en El Desierto Rojo (1964), cinta que ha permanecido como un evento cinematográfico con todas las de la ley. El extraordinario manejo del color llamó la atención de la élite cinematográfica mundial, en particular de algunos cineastas que iniciaron su carrera en blanco y negro. Antonioni confesaba que si bien entendía las razones de Bergman, Dreyer, Fellini y Resnais para seguir filmando en blanco y negro, él sentía "la necesidad de abandonarlo", pues para él el color "tiene, en la vida moderna, un...

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