Cinexperiencia / 1, 2, 3 por mí...

AutorJuan Villalobos y José María Rodríguez

Estimados lectores, vienen sus dos columnistas con la capa caída y convencidos de que el género humano ya no tiene salvación. Y no es que seamos unos delicados, pues ya son muchas las experiencias que sus servilletas han vivido en las más diversas salas mexicanas; por ejemplo, se han metido en los cines más rascuaches a ver películas de ficheras; en aquéllos que dejaron de ser teatros de lujo, para convertirse en cines porno y en los que nomás pasaban "reprises" porque no les alcanzaba ni para estrenos ni para la fumigación; han sufrido con estoicidad interminables sesiones de cine de autor en festivales; les han aventado palomitas, refresco, muéganos y hasta los perros (al Juan le preguntaron un día, ya sobándole la rodilla, que si de pura casualidad era gay), pero nada se compara con lo que tuvieron que vivir el viernes pasado en la función de las ocho de la noche, en el exclusivo centro comercial Galerías, cuando intentaron ver la muy decente Metro 1, 2, 3 (Tony Scott, 2009).

Y es que no nos lo van a creer, pero en plena película (que por cierto está clasificada para público de adolescente en adelante), una fresísima pareja tapatía, al grito de "1, 2, 3 por mí y todos mis hijos", decidió llevar a su abundante prole de mocosos, suponemos nosotros, para vivir su "Noche familiar".

¡Háyase visto tremenda barbaridad! Si los que sufrimos el que esa pareja no tenga TV en casa fuimos los de la respetable audiencia, que nos esforzábamos por ver a los histriones de John Travolta y Denzel Washington en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR