Cinexperiencia / 'Payne' in the ass

AutorJuan Villalobos y José María Rodríguez

Max Payne (John Moore, 2008) es una de esas cintas que uno va a ver con altas expectativas, pero que lo mandan de regreso a casa con el ánimo en los suelos.

Posiblemente no exista en el año (es un decir, los lectores siempre pueden desmentirnos en cinexperiencia@hotmail.com) una película con diálogos y desenlace más predecibles; un verdadero atentado contra la inteligencia del respetable, que nomás está esperando que pase lo que ya sabe que tiene que pasar, para poder regresarse a su casa a dormir.

¿De qué se trata? Max Payne (Mark Wahlberg), un oscuro policía que trabaja en el recóndito archivo de "Casos sin resolver", busca a los asesinos de su esposa e hijo, quienes sucumbieron ante criminales desalmados en circunstancias por demás misteriosas. Lo anterior deja una profunda herida en el alma del protagonista, quien, casualmente, se apellida Payn, así como "pain", quesque quiere decir "dolor" en inglés (¡ah, verdad!).

En el ínter, Max descubre una red de distribución de una droga altamente adictiva que produce alucinaciones terribles en quienes la consumen y ¡oh!, sorpresa, la red de distribución de la droga tiene relación directa con los maleantes buscados.

Hasta ahí, la cinta se ve bien, pero está...

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