Cintra al cadalso

AutorAlberto Barranco Chavarría

Colocada en capilla frente a las violaciones a la regulación que la colocaban en estatus de excepción, Cintra será llevada finalmente al cadalso. La resolución que pondrá en la mesa esta semana la Comisión Federal de Competencia ordena su disolución, es decir el regreso de la competencia abierta entre las dos principales líneas aéreas y filiales que la integran: Aeroméxico y Mexicana de Aviación...

..Por más que en realidad se está abriendo la pista para el despegue del socio que hacía congruente la operación conjunta: el Gobierno federal.

Las dos principales empresas aéreas del país, pues, se enfilarán por su cuenta a la que sería la cuarta venta a particulares de su historia, en una operación en que el final se volverá principio.

La largamente aplazada decisión de la dependencia autónoma encabezada por Fernando Sánchez Ugarte, en cuya antesala se provocarían choques frontales entre posiciones antagónicas del Gabinete económico, llegará en paquete con la promesa de desactivar cualquier intento de políticas depredatorias en el mercado... como las que en su momento realizó Taesa.

¿Se acuerda usted que en 1992 la empresa declarada en quiebra por un Juez federal ofrecía viajes sencillos a Tijuana por el escándalo de 99 pesos? ¿Se acuerda usted que costaba apenas 1 peso más viajar por avión que por autobús a Guadalajara?

Lo cierto es que impedir un fenómeno similar, a cuya vera se desarticuló cualquier opción de competencia al interior del mercado doméstico, es tan simple como cerrarle el paso a la discrecionalidad de los funcionarios públicos.

Digamos que las travesuras de Transportes Aéreos Ejecutivos, la empresa que abrió Carlos Hank Rhon en revancha tras la pérdida de su apuesta por la compra de Aeroméxico, se explica por la inaudita manga ancha del Gobierno, a cuya vera no sólo se le abría la brecha hacia la exclusividad en rutas de gran afluencia, en afán de equilibrar su balanza financiera, sino que se le ofrecía crédito ilimitado... e indeterminado.

Por razones que sólo conoce la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Aeropuertos y Servicios Auxiliares le abría uno y otro plazo a la firma aérea para pagar la turbosina consumida y los servicios prestados...

Más aun, cuando la montaña era ya inocultable, se aceptó el pago parcial en especie, fundamentalmente vía un hangar en el Aeropuerto de Toluca. Y que se esperen la Secretaría de Hacienda, es decir el fisco, el Seguro Social y el Infonavit, por más que el primero lograra la hazaña...

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