Claudia Marín/ ¡A estrenar se ha dicho!

AutorClaudia Marín

"Feliz Año Nuevo"... ¿te has detenido a reflexionar todo lo que estas últimas cinco letras encierran? Lo más común es detenernos en el "Feliz".

El día en que naciste, junto con el incomparable regalo de la vida en sí, recibiste también un impecable libro con las hojas en blanco, completamente limpio, sin estrenar.

Este libro estaba dedicado, y en la dedicatoria está claramente escrito tu nombre. Imposible que haya confusión. Hay uno por persona, es intransferible. Desde aquel preciso instante comenzaste a plasmar en él la historia de tu vida. Ya llevas varias páginas escritas en él, pero... ¿qué has escrito hasta hoy?

Muchas veces escribimos y escribimos, pero no ojeamos las páginas escritas. Toma el libro de tu vida y repásalo por unos minutos. Sin prisa, con calma, de seguro te vas a sorprender.

Tal vez te encuentres con capítulos que quisieras volver y volver a leer, algunas escenas te harán reír, otras más te harán llorar, pero ciertamente también encontrarás algunas páginas amarillentas, desgastadas por el paso del tiempo, o quizás algunas recientes, que sin duda querrás arrancar tan sólo de verlas. Pero como decía Pilatos: "Lo escrito, amigo, escrito está".

Se ven sucias, con salpicaduras de tinta, y no se trata de cualquier tinta, ésta es una fórmula especial, hecha exclusivamente para tu libro.

Tú lo has hecho con tu puño y letra. La tinta es tu libertad. "Tú mismo has forjado tu propia aventura", decía el "Manco" de Lepanto. "Porque veo al final de mi duro camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino", sentencia Amado Nervo, para quien prefiere la metáfora del arquitecto. No hay caminos predestinados, cada uno de nosotros los va fraguando, en...

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