Tenía colección fúnebre

AutorDaniel Gaspar

Su oficina, al igual que su mente, estaba llena de ciencia.

El doctor Jesús Mario Rivas Souza era una persona muy particular, un hombre que ganó los premios suficientes para tapizar una habitación, y que decidió decorar su oficina con los cráneos, cuchillos y balas de los casos en los que trabajó.

"No hay una razón especifica para tener esto, algunas personas tienen los animales que cazan en los safari, yo tengo esto", dijo el doctor en entrevista para MURAL en 2004 mientras dirigía una mirada a las repisas donde descansaban varios cráneos...

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