Confiesa sus nervios

AutorAlejandro Alvarado y Rebeca Pérez

Con los nervios, ni la experiencia puede con ellos. Así lo sintió el doctor José María Murià después de recibir la Orden de Isabel la Católica en el grado Encomienda, este lunes.

"Cuando me tocó hablar, pasar, a la hora que me pusieron frente al micrófono, sentía que las patas eran de trapo, se me doblaban las piernitas y mira, afortunadamente hubo amigos (presentes)", expresó el historiador de El Colegio de Jalisco.

"Ya lo he hecho otras veces, me les quedo mirando un momento para sentirme con gente conocida o cercana, te sientes más machito y te arrancas, creo que me fue muy bien, eran mis cuates quienes decían después que, por el aplausómetro, me fue bien".

Como Murià, también recibieron la Orden en nombre del Rey de España y su Gobierno, el escritor Sergio Pitol, la investigadora María Elisa García, el director General para Europa de la Secretaría de Relaciones Exteriores, José Ignacio Madrazo, y el Secretario de Cultura de Jalisco, Alejandro Cravioto.

Domados los nervios, en su discurso Murià habló por primera vez del trabajo que hubo entre el Ministro de Relaciones de España, Francisco Fernández Ordóñez, y él representando a la Comisión Nacional para el desarrollo de la Conferencia de Comisiones Nacionales del Quinto Centenario del Encuentro de dos Mundos, sin la participación directa de Estados Unidos.

"Los gringos quedaron muy dolidos, ellos no querían incluso que se creara esta reunión iberoamericana. El interés (de ellos) es que no quieren, no les gusta, que se lleve una...

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