A la conquista del mar

AutorCarlos Rubio Rosell

MADRID.- Territorio de libertad, uno de los últimos reductos de los seres libres, una forma de vida, un elemento que ayuda a comprendernos mejor como humanos y una capa sensible de memoria, cultura y riqueza... eso es el mar para el escritor español Arturo Pérez-Reverte.

Nacido en la ciudad portuaria de Cartagena, Murcia, a orillas del Mediterráneo, el mar representa para él una auténtica patria, ya que se siente más mediterráneo que español, porque ese mar es la Grecia clásica, la Biblia, el Islam, la Roma antigua, toda una memoria y un crisol de culturas, expresa.

Además, señala, por el mar se va a América, y sin el mar, México, por ejemplo, no hablaría español, así que todo se extiende y expande en el mar como una mancha de aceite y al ser tan importante en su vida, está presente en toda su obra, en todos sus libros y artículos periodísticos.

Pérez-Reverte acaba de publicar Los Barcos Se Pierden en Tierra (Alfaguara), un compendio de artículos periodísticos reunidos en torno al tema de los mares, los barcos y los marinos, escritos de 1994 a 2011, en los que refleja esa pasión componiendo, como señala Jacinto Antón en su nota introductoria, una poderosa y homogénea escuadra que ofrece no sólo un insólito goce náutico, sino una aproximación iluminadora a la personalidad y el mundo del escritor.

Sin embargo, lamenta que la sociedad haya reducido hoy el mar a una zona de ocio.

"La sociedad actual es tan tonta y estúpida, que hemos convertido el mar en un lugar de vacaciones, playa y ocio, cuando es mucho más que eso; es un lugar de trabajo, una elección, es historia y cultura, filosofía que ayuda a comprender; el mar te da la medida de lo poca cosa que somos y no tiene sentimientos, es cruel como el universo mismo.

"Y, por desgracia, el ser moderno ha dejado de ver el mar con ojos lúcidos, y eso hace que a veces pague precios muy altos por esa ignorancia".

En Los Barcos Se Pierden en Tierra, evoca una enorme galería de personajes literarios, ya que el mar ha estado en la literatura desde tiempos homéricos.

Pero el mar para Pérez-Reverte no es sólo un territorio literario, sino un espacio de vida en el que él mismo se zambulle y se aventura a explorar, como es conocida entre sus amigos su ferviente pasión por navegar, haciéndose a la mar de tanto en tanto en un velero que llena de libros cuando zarpa.

"Yo navego todo el año, tanto en invierno como en verano. Cuando trabajo mucho y estoy cansado me voy durante 15 días o un mes a leer y a...

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