Desde Mi Ladera/ Consejos de los poderdantes
| Autor | Juan López |
A los apoderados para que bien gobiernen...
Los pueblos, todos, de la Tierra llevan sobre sus lomos, quieran o no quieran, a personas y a personajes que en sus tiempos fueron buenos para unos y malos para otros; no falta quien platique que estaba de palique el Presidente Porfirio Díaz y que no faltó quien, por quedar bien con el dictador, recordara sus batallas, y muy en especial la conocida y reconocida del 2 de abril, librada contra el Ejército Conservador; batalla que, ganada, inclinara el triunfo para las armas liberales. Para eso, el platicante dedicó sus peores adjetivos a denostar como traidores y vendepatrias a los conservadores.
Escuchado dicho parlamento por el Porfirio, ordenó silencio, y con su gran sabiduría dijo: "Señores, que grave es que en nuestro México la mitad de sus habitantes le diga traidora a la otra mitad; los conservadores no fueron traidores, simplemente fueron equivocados y no triunfaron como triunfamos nosotros ".
Lo anterior viene a cuento, muy a cuento, porque ayer mismo los mexicanos elegimos Presidente de los Estados Unidos Mexicanos -que esa es su designación correcta, no la de Presidente Constitucional, pues eso significaría que hay o ha habido Presidentes anticonstitucionales y, si se es Presidente se es constitucional, por lo que no se debe caer en el pleonasmo aludido -; hemos elegido Senadores; hemos elegido Diputados federales; en el Distrito Federal se ha elegido al J fe de Gobierno y a su Legislatura; en algunos estados se ha elegido Gobernador, Diputados locales y Ayuntamientos.
Quienes ganamos, ganamos; quienes perdimos, perdimos; unos hicimos mayoría; otros hicimos minoría; mayoría más minorías hacen la totalidad; hagamos la totalidad de México para los mexicanos y, olvidemos la pasada, traumática lucha electoral, para bien de todos y para bien de cada uno de nosotros. Hemos electo a nuestros apoderados; menester es que los elegidos tengan presente siempre que nosotros, cada uno de los cuales vale tanto como ellos y juntos más que ellos, les hemos conferido poder amplio, cumplido y suficiente, para que a nuestro nombre y representación trabajen por México, y que les hemos electo para muy diversos cargos, siempre y cuando guarden nuestras leyes, de lo contrario, les cancelaremos nuestro poder.
Que a los recién electos, como Don Quijote a Sancho, les aconsejamos: Que hagan gala de la humildad de su linaje y no desprecien venir de donde vienen; que se precien...
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