Construye ICA nuevo modelo

AutorAzucena Vásquez

ICA no puede repetir los errores que la llevaron al concurso mercantil, afirmó tajante su directora general, Guadalupe Phillips.

Por ello, cumplió sus promesas: redujo significativamente su tamaño y enterró su viejo modelo de negocio para transitar a uno donde se asegura de no perder dinero.

Frente al concurso mercantil, que duró 6 meses y del que salió en 2018, ICA se fijó dos objetivos: no vender activos y concluir todas las obras en curso. Cumplió ambos.

"Lo único que nos ha ayudado a salir de este bache es cumplir, por eso tuvimos la posibilidad de salvar a esta empresa", aseguró Phillips, quien previo a su llegada a ICA para reestructurarla, trabajó 16 años en Televisa.

Gracias a un plan que sí ejecutó, la emblemática constructora del País, que hizo obras como el Estadio Azteca y acumuló una deuda mayor a 60 mil millones de pesos, consiguió financiamiento de fintech para reestructurarse.

Lo primero fue admitir que su modelo, bajo el que hacía reclamos para obtener pagos por cambios en proyectos, ya no funcionaba y la endeudó al punto de no competir eficazmente ni ganar obras durante dos años y medio.

Hasta 2016, en plena reestructura, obtuvo el contrato de la losa de cimentación de la terminal del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

"La primera licitación en la que participamos fueron las pistas (de ese proyecto) y perdimos; la sensación de derrota fue horrible, todo mundo se desmoralizó otra vez porque era no sólo el reto de todo lo que estábamos haciendo estructuralmente, sino de convencer al equipo que se la jugara con nosotros.

"Y la verdad que cuando ganamos la losa, la gente lloraba, no sabes qué momento tan emocional, fue como si hubiera nacido un bebé, todo eran lágrimas, fiesta", recordó.

ADIÓS AL ELEFANTE

Como parte de su reestructura, la compañía, fundada hace 72 años, redujo su plantilla laboral.

"Ya no daba para mantener a este elefante", dijo.

ICA tenía un número de trabajadores casi igual en todas sus áreas, aunque lo esencial era contar con más ingenieros de obra.

"Tenías un número de ingenieros que era casi igual que un número de administrativos, que era casi igual que gente en el corporativo", aseguró la abogada por el ITAM.

Actualmente, es como una pirámide invertida con mil 700 ingenieros y menos de 20 personas en el corporativo.

Para lograrlo, despidió a cerca de 60 por ciento de su personal y se quedó con 4 mil empleados directos.

La base de ingenieros de obra se redujo apenas 10 por ciento...

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