Construye visión

AutorJosé Armando García

No hay fecha que no se cumpla ni plazo que no llegue, y eso le sucedió a Elmer Mendoza (Culiacán, 1949), quien con su más reciente novela No Todos los Besos Son Iguales (Alfaguara, 2018) tardó algunos años para retomar la historia de La Bella Durmiente.

"Creo que la intención de hacerla debe haber tenido unos nueve años, y fue porque Cristina Rivera Garza, Mónica Lavín, Rosa Beltrán, David Ojeda, que en paz descanse, y yo tomamos el acuerdo de escribir una novela breve.

"Fue así, como después de la cena, estábamos ahí y de pronto (no rápido), conocí a un autor polaco que hacía versiones, pero duras, leí de él un libro, él no trabajó La Bella Durmiente, trabajó La Bella y la Bestia, trabajó otras, y creo que hubo una coincidencia entre esos eventos, y de ahí me ha de haber surgido la idea", recordó Mendoza, ganador del Premio Tusquets.

LA TRAMA

La pieza se ubica en el reino de Mey, un mundo imaginario que colinda con Mocorio, Navolatura y el País del Agua. La princesa Bella es maldecida por el hada Espolonela, condenándola a dormir 100 años, pero algo falla y la joven despierta a los cuatro años, lo que desata una serie de divertidas cuestiones.

"Yo la comenté después con Mónica, con Cristina y con David, y dijeron: 'es buena idea', porque yo no tenía como un plan de hacer nada, y yo fui el último en publicar la novela breve.

"Cuando leí al autor polaco sí pensé: 'yo voy a hacer otra versión, voy a hacer una versión lúdica', porque las versiones de él son muy duras, son tremendas, son brutales, muy fuertes, muy bien escritas, por cierto, pero la primera idea fue para que fuera algo negro, quizá policiaco, no con 'El Zurdo' (Mendieta)", recordó Mendoza.

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