CONSUMIDOR INTELIGENTE / Reconocer

AutorMoisés Galindo

"La verdadera sabiduría esta en reconocer la propia ignorancia".

Sócrates

El hombre es un ser emotivo, inteligente y racional con habilidades para aprender a conocerse a sí mismo y evolucionar, superándose hasta transformar positiva y proactivamente el entorno en donde habita y desempeña sus actividades. Su autodominio y los conocimientos le permiten restaurar el equilibrio en la relación entre sí mismo como ser humano y la propia naturaleza.

Sócrates es uno de los maestros más notables de la antigüedad. Legó a la humanidad los principios científicos y filosóficos con base en los cuales el hombre que busca superarse pule sus defectos. Creó un método conocido como la mayéutica: El arte de dar a luz ideas a través de un diálogo por el cual el interlocutor interpelado descubre las verdades por sí mismo.

Tener conocimientos es importante, sin embargo, la sabiduría está más allá de una simple acumulación. Sócrates propone revisarlos, para a partir de estos instituir conocimientos más amplios y sólidos.

Adopto la frase "conócete a ti mismo", estimuló a sus discípulos a conocerse a sí mismos y apropiarse de conceptos como el amor, la justicia y la virtud.

Y definió a la sabiduría como la más importante de las virtudes, porque ésta tiene implícitas a todas las demás; quien la posee nunca obra mal, el sabio sabe reconocer que la honestidad es un bien, sus beneficios reportan confianza, estima, honorabilidad y reputación; todos muy superiores al engaño, el poder y las riquezas.

Mientras que el hombre ignorante necesariamente es vicioso, el sabio es absolutamente virtuoso, quien es ignorante ni se da cuenta, porque al saberlo evitaría cultivar el engaño.

Así, al aprender las virtudes analítica y profundamente alcanzarás la sabiduría. Bajo esta idea, mientras que el conocimiento es virtud, la ignorancia es vicio.

Generalmente reconocer la ignorancia es el primer paso para alcanzar el saber, su rol es fundamental en el campo de las reflexiones éticas. Un hombre nunca podrá hacer el bien si desconoce tanto el concepto como los criterios que le permitan aprenderlos.

Incluso Sócrates tampoco creía ser dueño de la verdad, ni que él...

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