CONSUMIDOR INTELIGENTE / Unir a los reinos

AutorMoisés Galindo

"Unidos, resistimos. Divididos, caemos. Nunca debemos separarnos en facciones que puedan destruir la unión de la que depende nuestra existencia".

Patrick Henry

Imagine un mundo sin países. Una realidad. La madre naturaleza entregó a la humanidad un planeta sin fronteras, delimitando los espacios con agua, aire y tierra.

El hombre político fijó límites, creando territorios y países. El hombre emprendedor crea entidades globales. El Internet es un ejemplo de la "nueva generación" de infraestructura pública sin fronteras.

Imagine un mundo sin posesiones. El hombre es un animal más en la naturaleza que somete a su voluntad, temporalmente, cosas y espacios. Similar a lo que hace "Lucky", cachorro Schnauzer, al marcar su territorio.

Si hay diferencias, intereses y puntos de vista particulares surgen disputas por las cosas, los espacios, los límites y las formas de vida de la sociedad. V. gr., el 2 de febrero de 1848, los Estados Unidos Mexicanos, en el Tratado de Paz, Amistad y Límites, entregaron más de la mitad de su territorio.

Imagine un mundo compartido. La naturaleza es generosa y pone a disposición del reino animal el universo en igualdad de circunstancias. Así, ballenas, mariposas y los ñu migran a través de las fronteras por océanos, cielo y continentes para alimentarse, adaptarse, reproducirse y deleitarse de sus maravillas. Mientras "el hombre es un prisionero en su país", Felipe González.

Un Consumidor Inteligente vive en una sociedad global, reconoce el valor de las relaciones organizadas con los demás, tanto para compartir infraestructura (escuelas, instituciones, vialidades, servicios de salud, etcétera), como para desarrollar un intercambio comercial, cultural y social.

La independencia está representada por la capacidad de actuar y elegir en libertad, sin depender de extraños. Es ahí donde los burocráticos sistemas de Gobierno se pierden.

El mundo está gestionado por constituciones, leyes y modelos de representación primitivos (partidos políticos, diputados y senadores). Algunos están viciados de origen, olvidan escuchar/atender...

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