Nombres, Nombres y ... Nombres/ La contingencia ambiental de Asarco otro pasivo de GMéxico y la opción de Southern Perú

AutorAlberto Aguilar

TRAS CONCLUIR LAS vacaciones de verano, una de las reestructuraciones que en el escenario de los negocios se observa más complicada es la de Grupo México de Germán Larrea, tanto por la magnitud del pasivo involucrado por unos 2 mil 800 millones de dólares, como por la falta de flujo que enfrenta ese consorcio minero, dadas las cotizaciones nada favorables del cobre.

El grueso de la deuda de este grupo está en Minera México, que inserta todos los activos mineros localizados aquí por mil 312 millones de dólares y en Asarco, el negocio que adquirió Larrea en EU en aquella puja escenificada que se prolongó por varias semanas.

Esta última empresa tiene pasivos por 989 millones de dólares. A ello hay que sumar 299 millones de dólares de Southern Perú Cooper Corporation y quizá también 80 millones de dólares de Ferromex, que dirige Alfredo Casar, así como 123 millones relacionados con la controladora.

Tanto Asarco como Minera México ya cayeron en incumplimiento desde el año pasado. Esta última fue incapaz de cubrir el servicio de una oferta de obligaciones quirografarias garantizadas por 523 millones de dólares. En abril, los tenedores congelaron una cuenta relacionada con los flujos de exportación que hoy representa 60 millones de dólares. También hay un pendiente con Bank of América que preside Orlando Loera por 170 millones de dólares.

Tampoco Asarco pudo pagar el servicio de un papel por 450 millones de dólares desde el otoño del 2001. El problema es que para noviembre tendrá que cubrir el principal y el tiempo ha seguido su inexorable paso.

Por eso originalmente se evaluó la posibilidad de vender Ferromex, ahora mismo sujeta a una investigación por posibles prácticas anticompetitivas por la CFC, que preside Fernando Sánchez Ugarte. Se trata de una compañía completamente sana y con un flujo regular.

Esta propuesta, colocada en la mesa por algunos especialistas, no ha sido del agrado de Larrea y los suyos, debido a lo que representa deshacerse de un activo que promete. Sin embargo, la idea de apalancarla sigue latente, pero el inconveniente estaría en que el reparto de los recursos tendría que ser por la vía de un dividendo, dado el 26 por ciento que posee Union Pacific.

Apenas hace unos días el Departamento de Justicia de EU hizo públicas sus objeciones para que GMéxico pueda utilizar como otra carta en su reestructuración a Southern Perú Cooper (SPC), compañía también en excelente posición financiera.

Al adquirir GMéxico Asarco, en el paquete...

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