ConVino / Don Carmelo

AutorAntonio Laveaga

Hace algunos años, cuando escuché por primera vez que iba a entrevistarme con una persona llamada Carmelo Rodero, no pude dejar de imaginarme un duelo (sin ofender y con todo respeto) de algunos personajes en "El Libro Vaquero". O tipo Red Ryder o el mismísimo Roy Rogers.

No estaba tan equivocado, Don Carmelo Rodero es toda una leyenda y el vocablo "Don" se lo ganó.

Rebelde desde los 10 años de edad, nieto materno de Valdomero, paterno de Agapito e hijo de Valeriano, nace Carmelo en esta tercera generación.

Platica Carmelo que a dicha edad pastoreaba ovejas, ya que era hijo de agricultores muy humildes. Lo metieron a la escuela y, como vago que era, duró menos de dos semanas para volver a la libertad (como dice él).

A los 14 años se dio cuenta de que el recoger y vender paja era muy oneroso, así es que compró una maquinaria vieja que la recogía por él y desde ahí empezó a hacer lo que ahora es una propiedad de 160 hectáreas. En cuanto al vino, desde antes, la familia hacía esta bebida para la cooperativa de 270 socios. Vendían su producto sin marca, era vino casero.

Cuando Carmelo quiso hacer bien las cosas nadie le hizo caso, así es que en 1988 creó su propio vino y marca.

"Intentar hacer las cosas lo mejor posible desde la vid hasta la copa" es su filosofía.

Rodero tiene cinco gamas diferentes de vinos y cambia de barricas dando una rotación anual. Todos los caldos tienen la misma identidad de la bodega, la madera es importante pero es aún más el saber cómo utilizarla.

En esta bodega se producen vinos que aguantan en la barrica, que se conjugan. Las gamas son nueve meses, Crianza, Reserva, Pago de Valtarreña y TSM (Tempranillo, Syrah y Merlot). No pongo el tiempo de paso por madera porque Carmelo, a final de cuentas, libera sus caldos...

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