Coordenadas / A la mitad del 2005

AutorEnrique Quintana

¿Qué fue lo mejor y qué fue lo peor del primer semestre del 2005?

Lo mejor es que, pese a todo, la economía sigue en orden y creciendo a un paso razonable, sin demasiadas nubes en el horizonte.

Lo peor es la política. En un ambiente ya claramente preeectoral, no encuentro nada que nos aliente a esperar una mejor condición para el mediano plazo.

Veamos con mayor detalle este panorama de luces y sombras.

Al comenzar el 2005, las amenazas de que se descompusieran los mercados y de que la economía frenara de manera brusca eran mayores.

La situación de los Estados Unidos y la contaminación que los mercados financieros podrían tener por el enrarecimiento del ambiente político, eran factores que hacían temer un tropezón.

Sin embargo, apenas esta semana se revisó al alza el crecimiento de la economía de los Estados Unidos en el primer trimestre a un 3.8 por ciento. Ayer mismo se reveló que el gasto de los consumidores creció en 3.4 por ciento.

La expectativa es que la economía de Estados Unidos frene ligeramente y se mueva a un ritmo de 3.4 por ciento en el segundo semestre, lo que será sólo una leve desaceleración.

A pesar de los altos precios del petróleo, no se han disparado las presiones inflacionarias y la Reserva Federal ha mantenido su ritmo de incremento de las tasas a razón de un cuarto de punto por bimestre.

En suma, la perspectiva hoy es mejor que la existente al comenzar el año. Por lo menos hay menos incertidumbres para el corto plazo.

En lo que se refiere a la contaminación política que los mercados podrían resentir, hasta ahora el resultado también es tranquilizador. No se aprecian movimientos especulativos importantes a pesar de que en el semestre hubo capítulos que causaron incertidumbre y sorpresa como el asunto del posible desafuero de López Obrador.

Tampoco para el segundo semestre del año se percibe un riesgo mayor de desórdenes financieros. He de admitir que quienes creíamos -como yo- que la política contaminaría pronto a los mercados, nos equivocamos.

Sin embargo, frente a noticias relativamente buenas para el corto plazo, me temo que este primer semestre del año nos trajo algunas malas para el mediano plazo.

No se observó ningún signo de que pudiera crearse un clima favorable para las reformas institucionales y estructurales. Los intentos de hacer productivo, primero el periodo ordinario de sesiones del Congreso y luego el extraordinario que terminó recientemente, fueron mayormente infructuosos.

Pero además, por lo que hemos...

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