De las copas a los tornillos

AutorJorge Velazco

Había una vez una cantina llamada La Victoria donde se servían muchas copas. Un día su dueño, Félix Hernández, decidió convertirla en billar. Las bolas de marfil rodaron entonces por el paño de las mesas con la velocidad que antes se servían los vasos de cerveza. Eso fue hace un siglo. En el barrio de El Refugio era famosa. Tanto que con el pasar de los años salieron las copas y botellas, las mesas y los tacos pero el nombre siguió allí.

La Victoria es ahora una ferretería. Pero antes el local albergó a una distribuidora de maíz y una tienfda de abarrotes. Siempre cobijado bajo el mismo nombre.

¿Quién se resiste a La Victoria?

Desde hace 57 años La Victoria ofrece los productos propios del ramo, pero también un factor que puede ser el rasgo distintivo en su ramo: el servicio.

"Si el producto del ramo que usted busca no lo encuentra se lo conseguimos", ese es el lema del negocio que se encuentra en la calle de Angulo esquina Cruz Verde en Guadalajara.

Pedro Hernández Cortés, hijo de Don Félix, fue el encargado de convertir al negocio en tlapalería y ferretería en 1946.

De su mano La Victoria se convirtió en una de las tlapalerías y ferreterías más concurridas, tal vez por su cercanía con el centro de la ciudad.

Hoy Arturo Hernández Merino, hijo de Pedro, se encarga del negocio que atiende de manera conjunta con su esposa y tres empleados.

"El negocio ha permanecido, nunca ha cerrado y eso es lo que nos da a nosotros ese prestigio porque tenemos muchos años en el negocio", dice Arturo al momento que atiende a la clientela.

Pero al igual que en todos los sectores, el ferretero no pasa por sus mejores momentos.

Arturo asegura que el sector ferretero se ha visto muy afectado por la desaceleración del mercado.

"El negocio está muy competido, como en todos los ramos, cada vez hay más ferreterías por todas partes. Las ventas están muy bajas, nosotros ahorita estamos vendiendo lo mismo que vendíamos hace 10 años", señala.

Arturo Hernández comenta que la falta de liquidez es la que ha provocado el atorón en el ramo ferretero.

"Antes había más movilidad de los productos, ahora no, porque no hay liquidez", expresa.

Pero la llegada de productos novedosos al mercado ha permitido abarcar otros nichos que antes no estaban explotados.

"Antes se vendía lo más típico que clavos, herramientas de...

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