Crónicas desde mi Cama / ¿Qué es una puta?

Hace unos días me preguntaba una buena amiga si me molestaba que me dijeran puta.

Depende del modo, pero así nomás a quemarropa, me caga que me digan puta. Lo odio. Acepto que lo pongan en internet o que me lo escriban en correos electrónicos, cuando siento que lo hacen creyendo que no me ofenden y simplemente porque hay que tomar las cosas con calma. Además, cómo yo me he llamado así en algunos de mis escritos y dicen que el que se ríe se aguanta. No me queda más que hacer como que no oí.

Por otro lado, yo misma, cuando veo la palabra como la forma de llamarle a mi oficio, me he llegado a asumir como tal. Soy una puta, como un taxista es chafirete o como un policía es tira (sin albur). Después de todo, qué más me da la palabra que se use para describir mi profesión, términos sobran, pero por más vueltas que le dé, al final del día la que se acuesta a cambio de dinero es puta. Así de fácil.

Eso sí, una cosa es que trabaje en lo que se me hinche la gana y otra completamente distinta que cualquier cabrón venga a echármelo en cara con descortesía o así como queriendo hacerse el chistosito. Podré serlo por profesión y en algunos casos hasta por capricho, pero no por eso admito que me llamen puta como si fuera decir cualquier cosa.

Así que si me ven por la calle, si me hablan por teléfono, si me escriben un mail, si contratan mis servicios o me conocen por ahí (otra vez sin albur), no vayan a tratar de hacerse los simpáticos ni los open mind diciéndome tan feo. Simplemente soy Fer.

Y no vayan a creer que el asunto es porque piense que puta es una mala palabra. La cosa está en la forma en que se dice. Después de todo no hay buenas ni malas palabras, simplemente palabras. ¿Acaso alguien ha visto a una palabra asaltar viejitas con picahielos como para acusarla de de ser una palabra mala y proscrita? ¿Alguien ha visto un gerundio en obras de calidad para condecorarlo por haber sido una muy buena palabra? Claro que no, el pedo no está en lo que se dice, sino en cómo y a quién.

Puta es una palabra muy versátil. Puede significar muchísimas cosas. Hasta en cuestión de género, no es lo mismo puta que puto, aunque en cierto modo estén aficionados a lo mismo.

Como sustantivo, una puta es una prostituta o una chava que sin cobrar (todas hemos sido alguna vez putas amateur), le da vuelo a la hilacha disfrutando de su sexualidad.

Además de definir una profesión y un estilo de vida, la palabrita tiene muchos otros usos:

Un hijo de puta es una persona culera...

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