Dan espacios a discapacidad

AutorBrenda Sánchez

A Rosy Sánchez y Fernando Magallanes se les ha complicado encontrar trabajo debido a su ceguera.

Ambos enfrentaron la reticencia de los empleadores a contratar personas con discapacidad visual, hasta que hace tres años encontraron un espacio en el Centro ConSentir, donde son masajistas.

Dicho proyecto se deriva de Comunidad Colmena, una organización enfocada en vincular microempresarios con oportunidades de comercio justo y sustentable.

La pareja de esposos empezó haciendo masajes tipo shiatsu a empresas, a donde llevaban una silla especial y daban el servicio, que consiste en presionar nervios del cuerpo para liberar tensión.

Desde hace un mes, en un local en Providencia, ofrecen sesiones de masajes relajantes y deportivos.

"Colmena empezó a operar en 2016 y tenemos diferentes líneas de negocio. Esta es la primera que empezamos a operar, la de los masajes. Vimos que a las empresas les interesaba y que no sólo era un beneficio para ellos (...), promovemos la inclusión", explicó Adriana Jácome, fundadora de Colmena.

Un 70 por ciento de las ganancias es para los masajistas, y el resto, para costear insumos, materiales, renta, mobiliario, gestión de venta...

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