Daniela Sánchez / Marte feminista

AutorDaniela Sánchez

En la Roma temprana surge entre mitos religiosos la figura de Marte, el Dios de la Guerra y emblema de la hombría, símbolo que construye desde los cimientos de la cultura preclásica lo que debe ser y lo que debe hacer un hombre. La masculinidad, cultural, en su más pura y dañina esencia.

El 8 de marzo es un día que tiende a causar confusión en el imaginario de la población tapatía; con corrientes fuertes de movimientos feministas que cubren las esferas sociales, el comportamiento que se debe tomar frente al día es casi protocolario. Se puede deducir del propósito cultural del día que no se debe celebrar, se trata más bien de un momento de conmemoración, entendimiento e introspección como sociedad.

A pesar de lo lógico que resulte para algunos, no es raro recibir mensajes de felicitación, flores, poemas y vítores el día de la mujer, lo que nos lleva a plantearnos una cuestión de teoría social básica que hemos pasado por alto lo suficiente ¿Cuál es el papel del hombre en el feminismo moderno? La ola verde que arrasa con la más natural de las reacciones suele tener duras contradicciones en este eje particular, incluir a los hombres (CIS, trans) en un movimiento social del siglo 21 es básico para fomentar la eficacia de las pretensiones. No sólo porque excluirlos dejaría en veremos a cerca del 50 por ciento de la población, sino porque un movimiento cargado por odio y resentimiento y no por esperanza y perdón puede volcarse en una enfermedad que destroce el tejido social. Excluir a los hombres de un esquema cultural es fomentar precisamente eso que repudiamos, inequidad social.

¿Cierto? No del todo.

Cuando las mujeres en su lucha por obtener igualdad social se reúnen en espacios exclusivos para mujeres, piden que los diálogos se den por y para mujeres y exigen que las decisiones legislativas en torno al aborto se tomen sólo por mujeres no están del todo equivocadas, se trata de medidas afirmativas, acciones que suponen beneficiar a un grupo vulnerable para elevarlo a la altura de aquellos otros grupos con los que, como núcleo social, se convive a diario. Estas técnicas de aplicación de los Derechos Humanos surgen junto con el Derecho Social y además de ser ampliamente estudiadas han demostrado ser sumamente efectivas. Las mujeres piden privacidad en el movimiento porque necesitan un espacio donde desenvolverse sin el cuestionamiento, la agresividad e intimidación que trae consigo el involucrar al principal agresor, tal como en...

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