Daniela Sánchez / Los ojos del verdugo

AutorDaniela Sánchez

En algún salón del ITESO hace un par de años conocí a un profesor que marcaría la historia de mi vida universitaria, mantuvimos contacto pues nos interesan los mismos temas. Después de haber sido su alumna por dos cursos seguidos comenzamos un diálogo bastante interesante sobre Inteligencia Artificial, Política y Filosofía. En enero de este año me hizo una pregunta por medio de Twitter que desde entonces me ha generado momentos de profunda reflexión, el profesor Marcel Salles me preguntó la diferencia entre la justicia y la venganza.

Estando en la facultad de Derecho pensé sería fácil obtener una respuesta ahí, pero no. Después de darle muchas vueltas al asunto y de analizar casos distintos, he llegado a una conclusión que posiblemente impresione al estimado profesor Marcel.

Podemos delimitar el estudio de la materia a la vida en congregación humana, el concepto de justicia es intrínseco al razonamiento humano, a diferencia del mérito, que se refiere al valor que le otorgamos en retribución a ciertas acciones, ese bien podría ser acuñado por un chimpancé, un elefante y hasta un lobo. Si hacemos referencia única a la justicia tendremos que situarnos en una perspectiva puramente humana, donde la diferencia esencial entre aquella y la venganza es únicamente el ente que se encarga de administrarla.

La justicia es un concepto que se posiciona como tal, únicamente cuando está acompañado por la legitimidad, una condición extrañísima de encontrar. Desde que la idea del Contrato Social de Rousseau y el Leviatán de Hobbes circulan por nuestros mundo el concepto de legitimidad se ha aparejado con el Estado, basta mirar el Artículo 17 de nuestra CPEUM para darse cuenta que la teoría del Constitucionalismo moderno tiene como pieza fundamental el monopolio coercitivo y, entre toda la parafernalia de artículos sobre nacionalismo, escondida está la legitimidad. La teoría del Estado actual nos convierte en creyentes de que el único legítimo para impartir la retribución es el Estado, por ende es justicia y no venganza.

Bajemos a términos un poco menos elevados, si un civil encierra a un hombre que le robó por 5 años en su sótano, estaría cometiendo un delito, la sociedad lo entendería como una venganza ¿No es así? Pues...

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