David Gómez-Álvarez / Alfaro: Los otros 100 días

AutorDavid Gómez-Álvarez

No fue un arranque fácil. Más bien ha sido accidentado y menos contundente de lo que se esperaba. A casi cien días de Gobierno en Jalisco no hay mucho que contar. A diferencia de los arranques de Gobierno en Guadalajara, y sobre todo en Tlajomulco, el de Jalisco no ha entusiasmado. Pese a que tuvieron cinco meses para preparar el inicio de su Administración, las circunstancias cambiaron drásticamente, lo cual ha descolocado al Gobernador Alfaro, como al resto de los Gobernadores del País, que bailan al son del Presidente López Obrador.

Sin embargo, medir a un gobierno por lo que ha hecho, o dejado de hacer, en apenas cien días, es más especulativo que evaluativo. La marca de los poco más de tres meses es una moda autoimpuesta por los gobernantes. Un balance en tan corto plazo no significa que un gobierno vaya a ser exitoso ni mucho menos que haya fracasado.

El Gobierno entrante en Jalisco heredó de la pasada Administración muchos problemas que se han convertido en un lastre. El tiempo para señalar a los anteriores como responsables de la situación actual se está agotando. A menos que, como lo ha anunciado este Gobierno, se castigue a los responsables de los desfalcos que cada día son más. En Jalisco se denuncia la corrupción, pero no los corruptos: se señalan abusos, desvíos y delitos sin que se señalen responsables. Si algo puede distinguir a la actual Administración local de la federal es el castigo a los corruptos. Pero si no se dan resultados pronto, todo quedará en el discurso de denuncia, lo que se puede interpretar como un pacto de impunidad entre la clase política.

El Gobernador Alfaro inició su Administración acusando al Gobierno federal de no considerar las obras prioritarias para Jalisco. Sin embargo, poco después se anunció la adquisición de deuda para obras, contradiciendo su compromiso de no endeudar más a Jalisco. Al final, buena parte de la deuda será para obras diferentes a las que el Gobierno federal había prometido, a pesar de que varios proyectos podrían rescatarse tras la reconciliación entre el Presidente y el Gobernador.

El asunto más apremiante ha sido, y seguirá siendo, la inseguridad: en esta materia, el Gobernador Alfaro ha anunciado avances insustanciales que no se pueden medir en tan poco tiempo sin que se vislumbre una estrategia significativamente distinta a la que hasta ahora se ha seguido. Gran parte de la responsabilidad es del Poder Judicial local, que no queda claro que tenga la...

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