David Gómez-Álvarez / Mujeres: ¿Refundar o refundir?

AutorDavid Gómez-Álvarez

A Diego Antoni, por su aporte de géneros al PNUD

El anuncio de la desaparición del Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) no sólo ha provocado una polémica entre feministas y el gobierno entrante, sino una sana discusión en torno a la situación de las mujeres y las dinámicas sociales en Jalisco. Si toda la refundación del Estado se discutiera con el mismo ahínco, como se ha debatido la transformación del IJM, seguramente tendríamos un diagnóstico más completo, indicadores más precisos y argumentos más robustos para decidir, como sociedad, la mejor alternativa.

La desigualdad, la discriminación, la exclusión y la violencia contra las mujeres es un asunto que rebasa, por mucho, el diseño institucional: tiene que ver con muchos otros factores estructurales y normas sociales que no se resuelven creando una Secretaría ni conservando un Instituto, sino integrando la perspectiva de género y priorizando las desigualdades de género en la acción conjunta del Gobierno. Reducir la discusión a que si se cambia el nombre de mujeres por el de género o si una OPD es más que una subsecretaría es reducir la complejidad del problema a un asunto casi de nomenclatura.

El fracaso tanto de la transversalización del enfoque de género en las políticas públicas, como en la protección más elemental de los derechos de las mujeres, no es atribuible en automático al limitado desempeño y escasos resultados de los institutos de las mujeres (Beijing CEDAW). Si esa imputación causal fuera cierta, entonces tendrían que desaparecer la Secretaría de Medio Ambiente por el desastre ambiental, la Fiscalía General por la inseguridad fuera de control o a la Secretaría de Movilidad por el caos del transporte público.

Por el contrario, si las desigualdades de género no ha empeorado aun más es gracias al liderazgo de muchas mujeres, dentro y fuera de la institucionalidad -como Rocío García Gaytán, Mariana Fernández y Erika Loyo desde el IJM o Guadalupe Ramos Ponce desde la sociedad civil-, que han luchado por la igualdad. Incluso Martha Tagle, diputada de MC, que se opone a la propuesta de su propio partido. Todas, voces autorizadas que han enriquecido el debate con su experiencia, conocimientos, dolencias...

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