David Gómez-Álvarez / ¿Se ocupa nueva Constitución?

AutorDavid Gómez-Álvarez

Reparar la infraestructura pública, como el alcantarillado, no es algo que vista a los políticos: desde su lógica es preferible remozar una calle que sí es visible para los electores. El mantenimiento de la red hidráulica, por ejemplo, no luce igual que inaugurar una obra aunque no sea prioritaria para la gente. Sucede lo mismo con el entramado normativo: los gobernantes prefieren cambiar las leyes, que sólo hacer que se cumplan; prefieren modificar las instituciones, antes que hacer que funcionen las que ya existen; prefieren cambiar las reglas del juego, antes que jugar ajustándose a ellas.

El Gobernador Alfaro anunció un Constituyente para que redacte una nueva Constitución para Jalisco. En su exposición de motivos apela a la soberanía del Estado para revisar su régimen interior y a la necesidad de un nuevo pacto social que sea acorde a las circunstancias actuales. Sin embargo, en la exposición de motivos no queda claro cuáles son esas nuevas circunstancias que ameritan una nueva Constitución, más allá de lugares comunes y frases rebuscadas. Para un cambio del calado que supone convocar a un Constituyente, la justificación de la iniciativa es francamente limitada, aunque se citen autores clásicos que no vienen al caso.

No existe una demanda ciudadana por una nueva Constitución, sino por la aplicación simple y llana del Estado de derecho. No hay un clamor social por una nueva Carta Magna, sino una expectativa para que se respeten los derechos humanos fundamentales. Se podrá argumentar que para que puedan satisfacerse todas las demandas y derechos ciudadanos tendría que redactarse una Constitución que sea consistente para entonces sí abrirse a la sociedad. Pero cuando se ha tenido la oportunidad de cumplir algo que era una auténtica demanda ciudadana, como la Fiscalía autónoma, se desaprovechó la oportunidad. Lo mismo sucedió cuando el Congreso actual, que se erigiría en Congreso Constituyente abriéndose a la representación auténticamente ciudadana, canceló el debate ciudadano durante la sesión en que se desapareció al Instituto Jalisciense de las Mujeres. El que puede lo más, puede lo menos.

Si bien es cierto que los Estados del País son soberanos para legislar en su régimen interior y dotarse de una Constitución propia, también lo es que su margen de maniobra -por no poder contravenir a la Constitución federal- es estrecho. No obstante, buscar aprovechar el espacio político que existe dentro del Pacto Federal desde...

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