EN EL DEBATE / Conflictos de Poder... Judicial
Josselyne Béjar
No se ha dejado de cuestionar la pertinencia de la continuación del Consejo de la Judicatura en el Estado, cuando han sido públicas las diferencias que han sostenido sus integrantes, mismas que han llegado hasta la ofensa personal.
Luego, el señalamiento de injerencia de terceros en las decisiones del órgano administrativo ha llamado seriamente la atención, así como el pronunciamiento de algunos de los involucrados en el tema.
Aún más, y por supuesto, amerita y sigue requiriendo explicaciones, pues no es poca cosa que el Magistrado Presidente, Celso Rodríguez, haya salido a realizar serias imputaciones al respecto, como las que en días pasados se han dado a conocer en los medios de comunicación.
Lo que puedo afirmar es que, en este momento, en la función de Jueza que ejerzo en el Juzgado Sexto de lo Penal, soy respetada en independencia y autonomía en las decisiones judiciales que pronuncio, y en las garantías laborales que me asisten, sin vejación alguna.
No puedo ni debo hablar por los demás, cada quien tiene su circunstancia.
Independientemente de las afirmaciones que se han realizado, el Consejo de la Judicatura de Jalisco sigue funcionando y proveyendo de lo necesario a los órganos jurisdiccionales.
Que no se ha logrado dignificar el sueldo de los empleados del mismo ni los jueces han recibido el aumento necesario, son verdades manifiestas y, por tanto, asignaturas pendientes que deberían lograr el consenso de quienes tienen facultades para ello, empezando por los integrantes del Consejo; sin méritos personales, solamente por el hecho de lograr el objetivo, que redundaría en estabilidad y garantía laboral elemental.
Soy una convencida de las bondades de la permanencia del Consejo de la Judicatura, pues se requiere de personas profesionales, dedicadas específicamente a vigilar el trabajo de quienes ahí laboran, administrar el funcionamiento de los Juzgados y hasta motivar el mejor desempeño; tarea nada sencilla, considerando los ya existentes y los que vendrán a conformarse de acuerdo a las reformas Constitucionales y a diversas leyes.
Es cierto, antes de la creación del hoy denominado Consejo de la Judicatura los Magistrados del Supremo Tribunal de Justicia realizaban esa función y, debe reconocerse, de manera eficaz, pero la carga laboral se advertía complicada y los distraía de su principal función: la jurisdiccional.
No sería sano ni conveniente regresar a ese esquema, pero sí es necesario replantearse la integración...
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