EN EL DEBATE / ¿Solución u ocurrencia?
Ismael del Toro Castro
No hay una gran ciudad en el mundo sin una policía metropolitana confiable, sólida y eficiente.
El Departamento de Policía de Nueva York es un ejemplo con 154 años de historia. La Guardia Urbana en Barcelona o la Prefectura de Policía de París. Son modelos de policía que han dado extraordinarios resultados y que fueron fruto de grandes acuerdos políticos en los que sus gobernantes pusieron el interés de la ciudades antes de los cálculos electorales; hoy en día, son instituciones que gozan de amplio respaldo social.
El pasado 30 de julio el Ayuntamiento de Guadalajara aprobó la creación de la "Policía Metropolitana de Guadalajara", organismo público descentralizado que prestará los servicios de seguridad en la Ciudad, a partir de la coordinación intermunicipal, de forma estratégica y eficiente, ante una delincuencia organizada que no tiene fronteras municipales.
Este paso es hoy una realidad, porque se privilegió el diálogo entre iguales, se respetó la autonomía que la Constitución nos otorga a los Presidentes y Presidentas Municipales, y ante todo, por el innegable compromiso que tenemos de regresarle la tranquilidad a nuestra ciudad. Fue un compromiso que hicimos todas y todos en nuestra campaña y estamos trabajando para cumplirlo.
Contar con la Policía Metropolitana nos permitirá de forma concreta: tener una de las policías más grandes del País para hacer frente al crimen de forma eficaz, al eliminar las fronteras municipales que han limitado la aplicación de la ley; igualdad de salarios, profesionalización y equipamiento para las y los policías municipales; y contar con un mando único para la ciudad, un Comisario General responsable de implementar un modelo único de seguridad en la urbe.
Su máximo órgano es la Junta de Gobierno, integrada por los Municipios, el Gobierno del Estado y como invitados, la 15 Zona Militar y el enlace de la Guardia Nacional para el Estado de Jalisco, favoreciendo la coordinación de los tres órdenes de gobierno.
Con su creación, las Presidentas y Presidentes Municipales no delegamos nuestra responsabilidad ni perdemos facultades, sino que pasamos de un mando municipal a un mando colegiado, metropolitano.
Aún quedan acuerdos por construir; seguiremos trabajando como lo hemos hecho, con total responsabilidad y compromiso.
Las y los Alcaldes estamos impulsando además políticas públicas para regresar la tranquilidad a la ciudad. Es imperante abordar este tema en ambos frentes.
En Guadalajara...
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