EN EL DEBATE / ¿Qué sucede con la cultura?

Dolores Díaz

Se anunció en días pasados que se llevará a cabo una consulta que involucre a la comunidad artística y cultural para decidir la designación del nuevo director de Cultura, dicha declaración a raíz de la salida de Víctor Castillo Bautista, dramaturgo que se ha venido desempeñando en el medio cultural y en cargos públicos con capacidad que demostró en Tlajomulco. Sin embargo, la eficiencia y desempeño en las personas que figuran en escenarios políticos no siempre se basan en estos valores, sino en otros como lealtad, eficiencia y función. Dependiendo el cargo al cual se le invita a participar por demás que se le reconoce sus capacidades.

Quizás algo de tacto y diplomacia vendría bien, ya que en esta semana observamos otro manejo de salida, que nos sirve de ejemplo.

Nikki Haley, Embajadora de Estados Unidos ante la ONU, dimite después de casi dos años, a lo que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo: "Hizo un trabajo fantástico", refiriéndose a la ahora ex Embajadora.

Por su parte, ella comentó: es un "honor poder estar en la ONU, espero poder apoyar al Presidente en las próximas elecciones". Entonces, el tema de diplomacia en asuntos públicos suele salir a la luz cuando no se tiene buen manejo de este "arte".

Otro ejemplo, el famoso "comes y te vas" de Fidel Castro, el cual este último se encargó de difundir por la falta de tacto y diplomacia de nuestro entonces Presidente, Vicente Fox.

Lo preocupante es que si se piensa en Guadalajara como Capital Cultural, podríamos empezar por reconocer el derecho a la cultura, que además de ser constitucional, la Ley de Cultura tuvo modificaciones y dejó muy claro las obligaciones del Municipio.

Por ello, la polémica que se desató al pensar ahora en consultas públicas para designar al Secretario de Cultura y después decir que es un gobierno de puertas abiertas, sería bueno recordarles que los asuntos de diplomacia y buen gobierno podrían empezar a ponerlos en práctica.

Por ejemplo, estamos a unas semanas de que arranque la Feria Internacional de Libro, la más importante en habla hispana, misma que genera una derrama económica al Estado en la industria editorial y en el sector turístico, y mientras llegan los autores, editoriales, expositores y artistas de Latinoamérica y el País con la ilusión de generar las ventas y promoción que esperan año tras año, arriban a nuestra ciudad para conocer de nuestra cultura y tradiciones, es penoso aceptar que en lugar de ser la capital cultural...

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