Denise Dresser / Camarilla Clorox

AutorDenise Dresser

Con jergas. Con toallas. Con trapeadores. Con desinfectantes por aquí y por allá. El equipo de limpieza del Estado mexicano está laborando de tiempo completo para eliminar todo lo que pudiera ensuciar su imagen. Las trabajadoras domésticas de Los Pinos no paran. He allí a Osorio Chong, cubeta en mano, defendiendo la limpieza de la Ley de Seguridad Interior y al Ejército chantajista que la exige. He allí al personal de la PGR, tallando a Raúl Cervantes -el Fiscal Carnal- con loción antibacterial, esperando eliminar el mal olor que produce su falta de autonomía. He allí a Roberto Campa, con toallitas desinfectantes, defendiendo la pulcritud de la "verdad histórica" sobre Ayotzinapa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, mientras los padres de los 43 miran incrédulos. Tantos intentando desinfectar, quitar las manchas, transformar a Enrique Peña Nieto en un sonriente y autocomplaciente Mr. Clean.

Para la Camarilla Clorox, la tarea es limpiar a como dé lugar. Tratar de ocultar lo que la sociedad civil y la academia y el colectivo #FiscalíaQueSirva y los padres de Ayotzinapa llevan años advirtiendo, denunciando. Los Pinos y la PGR y partes del Senado huelen a podrido. Huelen a descomposición. Huelen a simulación. Desde distintas instituciones están surgiendo posicionamientos cuyo objetivo no es normar eficazmente al Ejército o mejorar la procuración de justicia o lidiar con la desaparición forzada, sino asegurar la protección de la podredumbre. Rociar cloro por doquier para que no queden rastros de sangre, o de balas, o de restos humanos, o de corrupción gubernamental.

En el Senado avanza la Ley de Seguridad Interior, que le otorgará al Ejército tareas de seguridad pública que no son propias de la autoridad militar. Lo dicen expertos en el tema. Lo dicen organismos internacionales y nacionales. Lo dice la Constitución. Y a pesar de ello César Camacho y Roberto Gil Zuarth insisten en iniciativas que le dan manga ancha a los militares, cuando esa no es la solución a la crisis de violencia e inseguridad que vive el país. Se trata de normar al Ejército para acotar su labor, no para expandirla. Se trata de construir policías confiables vía la profesionalización, no de agigantar Generales vía la militarización. Se trata de crear un Estado de derecho, no de permitir un estado de excepción. Pero a pesar de la evidencia en contra de la Ley que el gobierno quiere aprobar, Osorio Chong continúa defendiéndola. Impulsándola. Vociferando sobre su...

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