Derrochan, pero no hay castigos

AutorNoé Magallón

Los servidores públicos que desperdiciaron recursos millonarios al adquirir bienes que no sirvieron o que fueron abandonados, deberían de responder por ello, aseguraron especialistas.

En el sistema penitenciario estatal pueden encontrarse dos ejemplos: el Centro Integral de Justicia Regional (Ceinjure) de Ocotlán y el escáner vehicular colocado en Puente Grande, abandonados en 2008 y 2012, respectivamente, y que en conjunto le costaron a los jaliscienses más de 60 millones de pesos.

La construcción de los Ceinjures fue un proyecto de la Administración de Francisco Ramírez Acuña, mientras que el escáner se compró cuando gobernaba Emilio González Márquez, para los Juegos Panamericanos 2011.

"Sería necesario fincar responsabilidades para las autoridades que tomaron decisiones equivocadas, erróneas o que no estuvieron bien sustentadas, para que se responsabilizaran de las fallas y errores en la construcción", dijo Francisco Jiménez Reynoso, académico de la UdeG, respecto al Ceinjure.

"Es dinero del pueblo tirado a la basura y por ello debe de haber...

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