Desairan los estados nuevo impuesto

MURAL / Redacción

A unos días de que concluya el proceso de aprobación de los paquetes fiscales para el 2005 en las entidades federativas, la mayoría ha optado por no aplicar el Impuesto Cedular (IC) autorizado por el Congreso de la Unión.

El gravamen, propuesto por la Convención Nacional Hacendaria, permitiría a las haciendas estatales obtener entre 2 y 5 por ciento de los ingresos generados por servicios profesionales, renta y venta de inmuebles y actividades empresariales.

Sin embargo, los gobiernos de las entidades han preferido mantener el Impuesto sobre Nóminas -al que sustituiría el IC- y apostar al aumento en el cobro de diversos derechos, argumentando que no existen condiciones para aplicarlo el próximo año y que se requiere evaluar con cuidado sus ventajas y desventajas.

Para Fauzi Hamdan, presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, ha prevalecido en realidad el temor a enfrentar costos políticos y electorales por la adopción del nuevo impuesto sobre la necesidad de más recursos para atender los problemas de las entidades.

El Impuesto Cedular, sostuvo, permitiría a los estados ampliar su base de recaudación. Además, destacó, al ser deducible del Impuesto sobre la Renta, el no aplicarlo implica ceder a la Federación recursos que podrían quedarse en las entidades.

Con el nuevo gravamen, apuntó, los estados "ya no administrarán nada más a los pequeños contribuyentes, sino también a otras personas físicas más 'gorditas', con ingresos adicionales por honorarios que se puedan gravar.

"Se busca que pague impuestos todo ese grupo de miniempresarios, de profesionistas, de arrendadores, que es un grupo de mayores ingresos, indiscutiblemente, y que traen una evasión brutal", comentó el panista.

El legislador consideró que las autoridades estatales tienen que asumir el compromiso de mejorar su eficiencia recaudatoria.

Gravamen polémico

La Convención Nacional Hacendaria incluyó en su paquete de propuestas para restituir potestades tributarias a los gobiernos locales la de establecer el Impuesto Cedular.

"Establecer un impuesto de carácter estatal, en forma cedular, para las personas físicas que obtengan ingresos por: salarios (respetando la exención constitucional a un salario mínimo), honorarios profesionales, arrendamiento de inmuebles, enajenación de inmuebles y actividades empresariales. Tendría una tasa única entre 2 y 5 por ciento, su base se homologaría a la base del ISR federal, del cual sería deducible.

"El impuesto que se propone, en su parte salarios, permitiría eliminar, en su caso, los impuestos sobre nóminas que actualmente tienen los estados, con lo que se mejora la competitividad del estado que haga la sustitución", señala el documento final de la CNH.

El Congreso recuperó la propuesta, acotándola. En los dictámenes de la reforma a la Ley del Impuesto al Valor Agregado, en la que fue incluida el IC, los legisladores subrayaron la necesidad de evitar la eventual discrecionalidad en la aplicación del nuevo impuesto.

Aprobado en noviembre por el Congreso, el Impuesto Cedular ha generado diversas críticas aun antes de aplicarse.

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