Se 'desdoblan' en malabarismo

AutorAimeé Muñiz

Música e imágenes presenciaron los asistentes al Teatro Degollado la noche del martes, en una puesta en escena que fue capaz de robar todas las miradas.

Entres oscuros y luces tenues, a veces más fuertes, dos seres se expresaron con su arte en "A Cuerpos para Dos Solistas", montaje a cargo del grupo Les Apostrophés, realizado durante el Festival de las Artes de Zapopan.

Gritos, chirridos y golpes transformados en música, integraron el mundo sonoro de Jérome Tchouhadjian, contraponiéndose y complementándose con los malabares de Martin Schwietzke en un mundo paralelo.

Uno de los protagonistas es un músico que compone melodías, hilvanando las notas que llegan a él, y transportándose a través de sus sonidos a distintos estados.

El otro es un cómico emotivo que se apropia del espacio de su cuerpo mientras lo descubre. Juega al saltimbanqui, baila, se cuestiona y se apodera de la atmósfera.

Ambos personajes se mantuvieron, durante poco más de una hora, en el mismo espacio viviendo paralelamente su expresión, sin unirse, pero a la vez siempre entrelazados ante la percepción de los espectadores.

El objetivo del trabajo, crear en el público diversos estados de conciencia, se logró, pues la mayoría de los espectadores permaneció absorta, perdida entre las imágenes y el sonido.

"A Cuerpos para Dos Solistas" fue un viaje mental para los asistentes...

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