Desencadena 'dedazo' la captura de etarras

AutorAbel Barajas

MURAL / México

Juan Angel Otxoantesana Badiola "Kirru, El Rubio," siempre fue un experto en falsificar todo tipo de credenciales, pasaportes y diversos documentos para ocultar la identidad de integrantes del grupo terrorista vasco ETA. Pero precisamente en la labor en la que era un especialista tuvo un desliz que fue capitalizado con éxito por la Policía.

Cometió un "error de dedo" que a la postre se convirtió en una de las pistas que llevó a su captura en Francia en agosto del 2002 y, el pasado fin de semana, a la de otros seis presuntos etarras en México.

El 16 de septiembre del 2000, en la localidad francesa de Sare, fue detenida Beatriz Fernández, esposa de Otxoantesana, en un operativo en el que también se capturó a otros tres presuntos integrantes de la organización terrorista vasca ETA.

La mujer dio indicios a la Policía de que su marido "pudo" haber estado en México. A partir de ese dato, la Policía de España solicitó a la Agencia Federal de Investigación de la PGR su colaboración para indagar el paradero de "Kirru", enlace de la dirección de ETA en Francia con los fugitivos en México.

"Kirru", de 49 años, es veterano de la organización terrorista. Pertenece a ella al menos desde hace 30 años, cuando formó parte de un comando en Vizcaya, País Vasco.

Francia y España lo consideran como una figura importante en el aparato de logística del grupo separatista: era el responsable de proveer a sus miembros de documentos apócrifos y de dinero.

En los años 80, se le ubicaba en Nicaragua. De hecho, se le relacionó con el atentado en contra del dirigente guerrillero de los "contras", Edén Pastora, ocurrido el 30 de mayo de 1984 en la frontera con Costa Rica.

Francia sospechaba que "Kirru" vivía en México al menos desde hace más de una década, porque en un operativo en ese País se aseguró un pasaporte mexicano falso que le pertenecía, con vigencia del 13 de septiembre de 1991 al 12 de septiembre de 1996.

De acuerdo con el documento, Otxoantesana se hacía pasar por un mexicano de nombre "Angel Molina Fuertes", nacido en el Distrito Federal el 6 de noviembre de 1954, y que tenía una estatura de 1.76 metros.

La AFI y el CISEN rastrearon a "Angel Molina". A la primera le interesaba el etarra desde el punto de vista criminal; al órgano de inteligencia, por estar frente a una supuesta amenaza a la seguridad nacional.

Ambas agencias siguieron a un empresario vasco radicado en la Ciudad de México, quien daba "cobijo" a algunos integrantes de ETA...

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