Destapan el Berlín olvidado

AutorYaotzin Botello

Fotos: Yaotzin Botello

Corresponsal

BERLÍN, Alemania.- Estamos en una parte del Berlín del Este, un sitio que ha adquirido misticismo estos últimos años.

Aquí gobernó el sistema comunista que, con la caída del Muro de Berlín hace 23 años, dejó a la zona en atraso estructural.

El Berlín del Este ha conocido entonces dos formas de historia, una de avance capitalista rapaz, como los barrios de moda Mitte y Prenzlauer Berg, o los barrios que están marginados con la misma fuerza exponencial.

Uno de estos últimos es Lich-tenberg, a las afueras del anillo periférico del tren suburbano que delimita el centro de Berlín.

En Lichtenberg se ven todavía construcciones de concreto prefabricado, edificios multifamiliares y supermercados donde la oferta no pasa de salchichas y cerveza en envase de plástico. Algunas colonias de migrantes tiñen de color este lado de la urbe. Y en medio de todo esto hay un complejo industrial que no oculta su abandono. Cercas de metal, ventanas rotas y uno que otro graffiti confirman el hecho.

Es ahí donde Andreas Boettger, un empresario berlinés, se da cita con un grupo de curiosos. Él y su socio, Thilo Wiebers, otro berlinés, organizan recorridos para explorar esos lugares que con el paso del tiempo han sabido guardar secretos y que, quién sabe, podrían ser los nuevos puntos a incluir en las guías turísticas.

"En Berlín todavía hay sitios por los que la gente pasa por enfrente sin darse cuenta de las historias que pueden contar", comienza a decir Andreas a unos 20 interesados.

El tour se llama "Kunst im Konsum", (o en español "Arte en Konsum"), y está dirigido a los curiosos por los rescoldos de la antigua República Democrática Alemana (RDA).

"Para los que no lo saben, Konsum eran las tiendas de la RDA donde los alemanes del Este solían proveerse de víveres.

En este complejo industrial era donde se fabricaban los productos que después se distribuían a esas tiendas", dice Andreas.

La gente se prepara para entrar al complejo. Muchos verifican sus zapatos, pues hay cascajo y cristales rotos en el piso.

Otros revisan las baterías de sus lámparas de mano, adentro hay espacios donde no entra la luz natural.

El grupo se abre paso entre la maleza que ha crecido desde que el Konsum fue abandonado, justo después de la caída del Muro de Berlín, en 1989. En aquel entonces, muchos alemanes del Este comenzaron a migrar con la unificación alemana a la parte rica, la pudiente, la parte "hermana" de la república donde buscaban su sueño...

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