Diálogos sin Balón/ Los Incomparables

AutorRoberto Gómez Junco

Como siempre sucede al final de un ciclo (y de un siglo), al concluir este Siglo 20 y el segundo milenio aparecen los inevitables recuentos y las "odiosas" comparaciones.

Que si en materia futbolera el mejor jugador del agonizante siglo fue Diego Armando Maradona, porque al balón lo manejó como nadie más y lo puso siempre donde siempre quiso, porque se desenvolvió en un futbol más competido, porque él solito se encargó de darle a la Selección de Argentina el título de campeón en el Mundial de México, porque triunfó en su país y en España, pero sobre todo en Italia, porque aquí de lo que se trata es de juzgarlo exclusivamente como futbolista sin satanizarlo como persona... y porque así lo dicen los cibernautas.

Que si todo lo anterior no es cierto ni sirve para nada, que en realidad el mejor de todos fue Alfredo D'Stefano, porque era de una elegancia, una rapidez, una creatividad y una solvencia técnica nunca antes (ni después) vistas, y porque no importa que lo único que muchos hayan visto de la inconmensurable "Saeta Rubia" sean algunas pequeñas películas (cortometrajes) en las que ciertamente se veía como "saeta", casi tan rápido como también se veía Charles Chaplin en sus memorables películas.

Que siempre no, que tampoco los anteriores argumentos ni los posteriores razonamientos valen, porque el mejor futbolista que se haya visto es Johan Cruyff, porque fue el indiscutible líder del equipo que mejor ha jugado en la historia del futbol, porque nunca otro jugador influyó tanto en el funcionamiento de un equipo, porque era jugador de toda la cancha, porque en todo lugar y en cada momento sabía lo que él debía hacer, pero también lo que debían y podían hacer sus compañeros y lo que terminarían tratando de hacer los rivales.

Que en realidad de los tres anteriores apenas se completa uno, que por favor se dejen de cuentos y de irreverencias, porque el mejor de todos fue Edson Arantes Do Nascimento, porque Pelé ha sido el futbolista más completo que haya pisado este planeta, porque ganó tres campeonatos del mundo, porque se mantuvo en la cúspide durante 15 años, porque metió más de mil goles aunque en esa cuenta se le incluyan los de los "interescuadras", y porque a final de cuentas es una verdadera herejía el atreverse a comparar al rey de reyes con los simples mortales.

Me imagino que poniendo en la balanza algunos argumentos similares a los anteriores, los geniales y salomónicos "afifiados" decidieron ignorar a Johan Cruyff, darle a D'Stefano...

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