Dicen que trabajo hablará por ellas
| Autor | Jorge Escalante y Selene Baldenegro |
Justicia de calidad es la meta de la Presidenta del Supremo Tribunal en Guanajuato
Jorge Escalante
Corresponsal
GUANAJUATO.- De universitaria, María Raquel Barajas Monjarás soñó con trascender en un Estado conservador, donde los espacios para el desarrollo de la mujer se restringen.
Y no pasó mucho tiempo para cristalizar el anhelo. A los 46 años se convirtió en la primera mujer en presidir el Poder Judicial del Estado.
"Representa un logro para las mujeres en general, para el género al que pertenezco, es un logro importante y creo que es posesionar y destacar la capacidad que tenemos todas las mujeres para asumir cualquier cargo y responder a la confianza que nos tienen".
Nacida en Dolores Hidalgo, cuna de la Independencia, y madre de dos hijas de 19 y 17 años de edad, María Raquel se da tiempo para no perder su rol de progenitora, pese a que las considera independientes y que el trabajo la absorbe, a veces en exceso.
Su carrera dentro del Poder Judicial la inició como Jueza de Partido en el Municipio de San Francisco del Rincón y de ahí pasó a León, para terminar en Guanajuato.
A los 44 años fue electa por el Congreso del Estado como magistrada del Poder Judicial.
No tiene miedo a los retos y menos a encarar a la mayoría de los magistrados del sexo masculino dentro del Poder Judicial del Estado, y asume una relación de respeto.
Su principal reto en este cargo que ocupa será una justicia de calidad y expedita.
Hará valer autonomía
Autodefinida como una mujer firme en convicciones y conciliadora, marca su distancia del PAN, partido que mantiene el control del Poder Legislativo y Ejecutivo.
"Nosotros somos un Poder con nuestra propia función autónoma, independiente y eso lo tenemos que preservar siempre, para el bien de la sociedad", afirma.
No desconoce que para llegar a la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia contó con el apoyo de militantes panistas convertidos a magistrados como Antonio Obregón Padilla, Miguel Cortés Lara y Sebastián Barrera Acosta.
Empero, vuelve a marcar su distancia y niega alguna línea para ocupar el cargo al que llegó, con el apoyo de los 20 magistrados que integran el Poder Judicial.
Es más, considera incidental el respaldo, niega injerencia partidista en su elección.
Cuando era estudiante universitaria escuchó hablar de "El Yunque", organización de ultraderecha que se dice, en Guanajuato tiene el control del Gobierno del Estado. Y aunque no está segura de su existencia, establece una relación de respeto...
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