EN EL DINERO / Viene 'cañonazo' monetario del BCE y la Fed

AutorJoel Martínez

Las señales cada vez más contundentes de la profundidad de la desaceleración global de la economía, pero sobre todo de Europa y de China, abren la puerta a visiones muy catastrofistas sobre una recesión cercana a nivel mundial, lo cual sigue siendo poco probable.

A pesar de que el martes 13 de agosto Donald Trump reculó sobre la idea de los aranceles de 10 por ciento a 300 mil millones de importaciones de China a partir de septiembre, la fiesta duró poco.

El optimismo fue breve, pues ayer los reportes oportunos de la economía de China y de Alemania provocaron la caída de las bolsas del mundo.

En China el reporte de julio de las ventas minoristas, la producción industrial y la inversión en activos fijos fue muy por debajo de lo esperado y mucho menor a los del mes anterior.

Por ejemplo, las ventas minoristas crecieron 4.8 por ciento en julio, pero el consenso esperado era de 6 y el dato de junio fue de 6.3 por ciento.

Igual las ventas de autos en julio cayeron -4.3 por ciento, ya un acumulado de 13 meses consecutivos de bajas.

En promedio la caída de los 13 meses en las ventas de autos es de -10.6 por ciento mensual.

La lógica con la que funciona el mercado es que como julio es el primer mes del tercer trimestre, esto hace prever que la desaceleración no ha tocado fondo.

El otro dato que cimbró al mercado fue la caída del PIB de Alemania en el segundo semestre en -0.4 por ciento, abriendo otra vez la idea mediática de una recesión técnica.

El desglose de datos señala que la demanda interna en Alemania sigue fuerte, lo que ha dañado a la economía es el comercio exterior y la caída de la inversión privada.

Las exportaciones, sobre todo de autos, se han colapsado por la lentitud de la industria para acomodarse a las nuevas exigencias ambientales y de confort que piden los mercados de Europa y China.

También su inversión privada ha caído (como en todo el mundo), debido a la incertidumbre que genera la guerra comercial de Trump.

El efecto de la mayor desaceleración, además de los rumores de la posible recesión mundial, es un caída fuerte de las bolsas, empezando por las europeas: Eurostoc -2.3, Dax de Alemania -2.2, Cac 40 de Francia -2.1 y la FTSE de Italia -2.5.

Los temores llegaron a Estados Unidos y el S&P 500 cayó 3.3 por ciento y el efecto arrastró a todas la bolsas emergentes de...

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