Divide Pasión a judíos y cristianos

AutorEsteban Israel

MURAL/ITALIA

CIUDAD DEL VATICANO.- La Pasión de Cristo, la película sobre la crucifixión de Cristo producida por el actor estadounidense Mel Gibson, con 25 millones de dólares de su propio bolsillo, está abriendo viejas heridas que muchos creían cicatrizadas.

El filme que reconstruye las últimas 12 horas de la vida de Cristo, según el Nuevo Testamento, fue aplaudido por El Vaticano por su apego a las escrituras, pero criticado por organizaciones judías que temen un rebrote del antisemitismo.

Mel Gibson, católico ortodoxo, sostiene que la cinta, que se estrena hoy en Estados Unidos y el 26 de marzo en México, es absolutamente fiel a los evangelios. Por su parte, organizaciones judías critican que la cinta culpa a los judíos por la muerte de Cristo, generalización rechazada en 1965 por el Concilio Vaticano II.

"Es una revisión de las enseñanzas de la Iglesia. Al relatar la Pasión de la clásica forma medieval esta película puede alimentar el antisemitismo", afirmó a MURAL el director del grupo judío estadounidense Anti-Defamation League, Abraham Foxman.

En Roma, el escritor religioso Vittorio Messori, un intelectual muy próximo al Papa Juan Pablo II, dijo que la película complació al Pontífice y alabó la calidad de la misma.

"Es una obra de calidad altísima que parece reducir los filmes anteriores sobre Jesús a parientes pobres y arcaicos", dijo en un largo artículo publicado esta semana en el diario Corriere della Sera.

Las consecuencias de la película son impredecibles, pero para un funcionario del Gobierno israelí la cinta "caerá como una bomba para las relaciones entre judíos y cristianos".

En Estados Unidos, la Conferencia Episcopal prepara una especie de manual corto con recomendaciones para aclarar las zonas oscuras del filme.

Foxman, estima que La Pasión de Gibson retoma la tesis que alimentó el antisemitismo durante 2 mil años: los judíos mataron a Cristo.

"La película muestra a los judíos sedientos de sangre, enojados y vengativos. Los romanos son, sin embargo, amorosos y gentiles, forzados a hacer algo que no querían", señaló en entrevista en Roma.

En 1959, el Papa Juan 23 eliminó de la liturgia del Viernes Santo la controvertida frase "pro perfidis judaeis" (pérfidos judíos, en latín).

En 1965 el Concilio Vaticano II emitió la declaración Nostra Etate en la que reconoció que si bien fueron "las autoridades judías y sus seguidores quienes presionaron por la muerte de Cristo (...) no pueden ser responsabilizados indiscriminadamente...

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