¡Cómo se divierten!

AutorMURAL - Staff

Basta entrar por la mañana al Museo de la Ciudad para ver cómo la algarabía que se apodera de los patios y salones tranforma estos espacios solemnes en verdaderos patios de recreo.

Felices, decenas de niños y niñas de entre siete y 13 años de edad dan rienda suelta a su imaginación al practicar serigrafía, plastilina, elaboración de máscaras, gis al pastel, azulejos de fantasía, imitación vitral y escultura. El resultado con lo aprendido los asombra.

"Hemos practicado plastilina, gis al pastel y música. Mi taller favorito ha sido gis al pastel, es bien difícil, pero bien divertido", comenta Daniela Ladrón de Guevara, de 11 años, quien participa en el curso de verano "Mis vacaciones creativas", que organiza el recinto.

Otro lugar donde los gritos, las risas y las corretizas infantiles se disfrutan sin complejos es el Instituto Cultural Cabañas. Ahí se ofrecen cinco talleres para niños de seis a 13 años: artes gráficas, cultura y tradiciones mexicanas, teatro, yoga y manualidades conforman su oferta de verano.

Aitana Monserrat Mora, de 10 años, explica con soltura las bases del yoga.

"Significa unión. Se trata de hacer estiramientos y relajarnos y sentirnos tranquilos, está bien padre", dice mientras sus compañeros intentan contener la risa nerviosa al sentirse observados.

En el Museo Regional de Guadalajara, las más de 20 actividades dirigidas a niños, jóvenes y adultos se enfocan a promover el gusto por la historia y el patrimonio de la Ciudad.

Es el caso del taller "Pintando el pasado", pensado en niños de tres a cinco años.

"Los niños pintan una figura de yeso, un mamut o un tigre dientes de sable. La idea es que tengan un sentido de identidad con el mamut que exhibimos en el museo, que sepan que es suyo y que recuerden que aquí está uno enorme que pueden ver cada vez que quieran", comparte Edith Márquez, asesor histórico cultural.

El Museo de Arte Raúl Anguiano (Mura) ofrece un amplio número de actividades. "Pantomima de situaciones", "Pintando con hilos" y "Arte en puzzle" son algunas de ellas.

En la opinión de la psicóloga Maribel Cruz Arriaga, los cursos de verano tienen una gran valor emocional para los niños.

Además de sacarlos de la rutina escolar y familiar, enfatiza, les permiten tejer nuevas relaciones de amistad, enfrentar nuevos retos creativos y comprender que el tiempo libre es siempre una oportunidad de desarrollo.

"Los niños tienen la oportunidad de experimentar y sentir el arte. El enorme potencial de los chicos se...

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