Entre lo dulce y acidito

AutorStephanie Quiles

Nadie se resiste a un agua fresca de lima, ese sabor que tiene lo ácido de los cítricos y que al mismo tiempo es dulce.

Pero no sólo es su sabor lo que se puede aprovechar de esta fruta de temporada, sino que tiene muchos nutrimentos.

"Es alta en antioxidantes; por su astringencia, limpia el colon y la grasa, además de que ayuda a combatir el estrés; su fibra no es abrasiva; ayuda a prevenir la gota y la artritis porque tiene calcio; controla la diarrea.

"Su vitamina C sirve para la vista y reestructuración de membranas, tiene ácido fólico y su alto contenido de potasio equilibra el sodio que está en el cuerpo, además de ayudar a prevenir calambres", explica la nutrióloga Lula Contreras.

Por lo general se consume su jugo, pero puede pelarse y sacar las supremas de lima e integrar, por ejemplo, a una ensalada. Si se bebe en jugo, la recomendación es no más de media taza al día, pues en realidad no se está aprovechando la fibra, como se puede hacer si se lícua para otras preparaciones, explica Lula.

Aunque es dulce, es una fruta de bajo índice glucémico y la ración equivale a dos piezas. Hay que recordar que los adultos deben consumir cinco raciones diarias de fruta, y los niños tres.

En el caso específico de la lima, Lula dice que por lo menos hay que ingerir dos piezas o dos vasos de agua de lima cada 15 días.

La versatilidad de este cítrico hace que se pueda meter a la licuadora con hierbabuena...

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