Por una Economía con Rostro Humano
| Autor | América Juárez |
Desesperados frente a alguna necesidad, muchas personas que no tienen acceso a los servicios formales de financiamiento recurren a los prestamistas, quienes aprovechándose de la situación, les llegan a cobrar hasta un 15 por ciento de interés sobre la cantidad solicitada.
Ante esta situación, el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana impulsó la creación de la Fundación Mexicana para la Promoción de la Economía Solidaria (Fundamex), cuyos objetivos principales son motivar la cultura del ahorro y ofrecer créditos a quienes más lo necesitan.
"Siempre hubo inquietud por desarrollar las cajas populares como una oportunidad de ofrecer financiamiento a personas que no tienen acceso a bancos, uniones de crédito, entre otros servicios, además de educar a la gente en el ahorro y enseñarles que el dinero es un medio y no un fin.
"Queremos tener mucho dinero y no sabemos ni para qué, no tenemos ni la perspectiva de en qué lo vamos a gastar. Entonces, es necesario enseñarle a la gente que es un medio para que crezcan como personas y se desarrollen como seres humanos", explica Alejandro Arreola, director general de Fundamex.
En un principio se dieron a la tarea de conocer las experiencias de ahorro popular que ya existían e intentaron trabajar con una de las más grandes, pero el convenio no funcionó porque la sociedad de ahorro y préstamo estaba más interesada en competir como intermediario financiero que en la parte formativa de la cultura del ahorro.
Así fue como en septiembre de 1996, Fundamex echó a andar su propio proyecto de caja de ahorro en una comunidad del Valle de Chalco. Iniciaron con ocho personas y 600 pesos; ahora atienden a más de mil 200 en 22 comunidades, a ocho en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y manejan 3 millones de pesos. Esperan llegar a Michoacán y aquí a Jalisco en este año.
"Todo este dinero es capital que la gente ha ahorrado. No hemos puesto ni un quinto para capitalizar. Lo que se ha hecho es subsidiar la operación. Ahorita ya estamos en punto de equilibrio. Nunca hubo dinero de ricos para prestarle a los pobres, como otras experiencias. Era la misma gente de clases populares que iba juntando su patrimonio y se prestaban entre ellos.
"Ahora tenemos préstamos por un millón 800 mil pesos y la idea es cumplir con esta doble finalidad: por un lado ofrecer servicios financieros para aquellas clases que no tienen acceso y, por el otro, ir educando a la gente en la misma práctica de los servicios", indica Arreola.
La institución tiene reuniones con sus socios periódicamente, cuentan con un boletín para la formación de los nuevos...
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