Eduardo Caccia / Objetos bajo terapia

AutorEduardo Caccia

Hay en casa un hermoso librero. Además de original es inútil. Y lo detesto. Lejos de la cuadratura obligada para contener libros, tiene trapezoides asimétricos formados por tablones cruzados, de modo que los compartimentos están en forma de letra V, un catálogo de ángulos, menos el recto. Cuando uno acomoda un libro, irremediablemente la forma en V presiona el filo de los ejemplares. Es un mueble que se ve bonito y además castiga libros. La vida está llena de objetos con diseño estúpido que, lejos de facilitarnos las cosas, son un problema; también de personas que privilegian la forma sobre la función y creen habernos hecho un buen regalo.

Eventualmente no sabemos si una puerta se jala o se empuja, por no hablar de cuando alguien estrella su humanidad en un cristal que no percibió. Qué tal cuando queremos abordar un elevador y no sabemos qué hacer (ya no hay botones). Algunos señalamientos viales, en vez de orientar, confunden, parecen dispuestos por alguien que jamás ha conducido por ahí. Frecuento un estacionamiento donde, constantemente, al oprimir el botón para obtener el boleto, presiono el de la intercomunicación con la oficina. Me sentí culpable; recientemente añadieron un letrero junto al botón de siempre: "El botón para boleto es el otro" y una flecha. En un alarde de ego pregunté si era por mí, quedé tranquilo: "muchas personas se equivocan". Habitamos por años una casa y seguimos confundiendo cuál interruptor corresponde a determinado foco. Innumerables frustraciones cotidianas se deben, no a la impericia del usuario, sino al mal diseño de las cosas.

Celebré la pregunta: "¿Por qué tenemos que aceptar la frustración de los objetos cotidianos?". Uno a veces piensa que está loco por fijarse en cosas raras. Cuando uno ve que alguien escribió un libro sobre el tema, alivia saber que uno no es un loco solo en el mundo. Se trata de La psicología de los objetos cotidianos, de Donald Norman, cuya tesis es: los objetos bien diseñados son fáciles de interpretar y comprender, facilitan la vida. El buen diseño tiene "pistas intuitivas", su topografía sugiere lo que se puede y lo que no se puede hacer con los objetos, como unas tijeras que tienen en un brazo una abertura mayor que en otra. Por desgracia, estamos llenos de objetos que aportan pistas falsas, inducen al error, al accidente. Para Norman, cuando una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR