Eduardo R. Huchim / Penélope en el Senado

AutorEduardo R. Huchim

Nuevos aires comenzaron a soplar el mediodía del martes 4 de septiembre en el Senado de la República, cuando el pleno rechazó la solicitud de licencia del entonces senador y hoy gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello. Tan sólo horas después, en la tarde de ese mismo día, con el aliento de Ricardo Monreal, coordinador de senadores de Morena, los viejos aires regresaron.

Volvieron la negociación ilegítima, el quid pro quo insano, con la recepción en la mayoría morenista de diputados convertidos en moneda de cambio procedentes del Partido Verde, al que la mayoría de los consejeros del INE le permitió en 2015 continuar con el registro, a pesar de que ese "partido" actualizó sobradamente las causales previstas en la ley para que le fuera cancelado.

Fue Monreal a la tribuna a decir que Velasco tenía derecho a la licencia y que no se le podía negar. Es decir, en la mentalidad monrealista, el pleno senatorial es una simple oficialía de partes. Si todo senador tiene en todo tiempo el derecho a retirarse del cargo para irse a otro, ambos de elección popular, entonces ¿para qué votarlo?

El derecho del legislador a pedir licencia tiene su correlato en la facultad del Senado a conceaderlo. Esta potestad -y no el otorgamiento automático- halla su justificación precisamente en casos como el de Velasco y su grotesco retorno a la gubernatura de Chiapas, para lograr el cual atropelló primero la dignidad del Congreso de Chiapas, al obligarlo a aprobar una reforma constitucional que permitiera el capricho, y luego atropelló el decoro del Senado, convertido en Penélope que teje y desteje al ritmo que le marquen sus líderes.

No es de extrañar conductas de ese tipo por parte de Ricardo Monreal, involucrado en sospechosos hechos explicados insuficientemente cuando fue delegado en Cuauhtémoc, pero sí es de extrañar la anuencia de Martí Batres Guadarrama, presidente de la Mesa Directiva del Senado, quien fue ¿forzado? a repetir una votación que en la tarde cambió el sentido de la mañana.

Horas después de la retractación senatorial, se anunció que cinco diputados federales del Partido Verde se sumaban al grupo parlamentario de Morena en San Lázaro y le daban así una mayoría absoluta que el partido de AMLO no necesitaba porque, para tenerla, le bastaba que algunos de los legisladores de los partidos aliados se sumaran a las votaciones morenistas cuando fuera necesario.

Importa detenerse en esto: aunque previamente al inicio de sesiones se...

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