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Elisa Legorreta/ Arte para México

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Vincent
AutorElisa Legorreta

Los candidatos han lanzado diferentes propuestas para la educación artística: desde crear casas de la cultura en los municipios, fortalecer becas para artistas, apoyar la difusión cultural o preservar el patrimonio artístico. Lo sorprendente es que la mayoría de los jóvenes encuestados por MURAL desconoce esta plataforma cultural. Me imagino que les preocupa, como a todos, las disposiciones en materia de economía, salud y seguridad..., pero, ¿y el arte?

Una nación es su arte, por lo que preocupa esta postura de la juventud, pues ellos son la semilla del mañana. Sus ideales serán las realidades de nuestro México y, aunque el anhelo por la belleza es algo nato en todo hombre, a veces se ve sustituido por la vulgaridad de lo comercial, de la moda por la moda misma, matando, así, esa necesidad estética. Esto, en el fondo, es reflejo de la superficialidad de vida que impera en la actualidad.

Esperamos todos que estas propuestas no se las lleve el viento pues, como lo prueba la historia, el mexicano tiene vena creativa y, si el futuro Gobierno no tiene interés en promover la vocación artística que pueda haber, quedarán malgastados muchos talentos; tampoco podrán ponerse al servicio de la comunidad y de toda la humanidad.

La sociedad tiene necesidad de artistas del mismo modo que tiene necesidad de científicos, profesionales, técnicos, maestros, padres, pintores, médicos. Dentro del amplio panorama cultural de una nación, los artistas tienen su propio e imprescindible lugar. El creador obedece a su inspiración en la realización de obras válidas y bellas. Así, además de enriquecer el patrimonio cultural de su país y de la humanidad, prestan un servicio indispensable para el beneficio del bien común. De aquí que el artista, consciente de su vocación de servicio, deba trabajar sin dejarse llevar por la búsqueda de la gloria banal o la avidez de la fácil popularidad, y más aun por la ambición de las ganancias personales. Hay, por ello, aquí una ética -más bien una espiritualidad- del...

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