Empresa Internacional/ Creatividad, una dimensión promovible

AutorGuillermo Mendoza Tarré

En las etapas iniciales, inmediatamente posteriores a la fundación de las empresas, existe un periodo de validación de la idea que las originó. La labor se concentra en desarrollar un patrón de resultados positivos que serán la base de su futuro. Se busca primordialmente la definición práctica de la satisfacción del cliente con viabilidad económica. Proceden ajustes al producto o al servicio; a los sistemas de comercialización y promoción; a los controles administrativos y financieros, y a los mismos esquemas de distribución. Es una etapa de descubrimiento, de adaptación y aprendizaje. Se adopta lo que funciona, se desecha lo que no genera el resultado que se planeó.

Es una etapa en la que la creatividad fluye a borbotones por el empresario o la gerencia que a su vez, consciente o inconscientemente, se transmite y se estimula al resto de la organización, creando en consecuencia el caldo de cultivo para la generación de ideas de mejora e innovación.

En las empresas que sobreviven a esta primera etapa, se sucede a una segunda etapa de consolidación, marcada principalmente por la institucionalización de las acciones, sistemas y procedimientos que probaron su eficacia al haber formado ese patrón de resultados positivos que finalmente validó la idea original de la empresa presumiblemente a través de la rentabilidad.

De ahí que los esfuerzos del empresario o de la gerencia de la empresa se dirijan a la consolidación de lo que ya funcionó. Ahora viene la normatividad por la vía de formalizar lo existente. Ya se hizo camino al andar. Se piensa que no es el momento de hacer olas. Si la máquina funciona bien no es necesario repararla. La primera etapa fue de prueba y error, y en la segunda, la energía de la organización se usa en replicar los éxitos: el patrón de buenos resultados tiende a crecer, la empresa entra en expansión y, sin embargo, llega a un punto en el que las posibilidades de crecimiento se agotan. El entorno demanda más cosas o cosas diferentes de lo que la empresa ha establecido para mantener y expandir los resultados creados en sus fases iniciales

Hay un punto de quiebre. Hay que cambiar el rumbo. El patrón de resultados de la primera fase está en peligro. Hay que desordenar, reordenar e innovar. Hay que hacer lo que se dejó de hacer. La comodidad de la segunda fase se extingue. Hay peligro, confusión y nuevos competidores. La tercera y nueva fase es diferente y la experiencia acumulada no tiene uso ante las nuevas circunstancias...

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