Empresa Internacional/ Pecado de omisión

AutorGuillermo Mendoza Tarré

Cuando España se alistaba a convertirse en un estado miembro de la Comunidad Económica Europea, en todas partes de la península se hablaba de la reconversión industrial. La industria que había permanecido aislada por muchos años en el periodo de la dictadura franquista, había quedado en muchas formas relegada y requería de una actualización. Se debía equipar adecuadamente para competir.

La infraestructura nacional debía estar a tono con la competitividad que se avecinaba y en esa forma acercarse a los costos de transacción que sus vecinos y socios europeos ya disfrutaban en esas épocas. Los dirigentes empresariales españoles debían actualizarse en las más modernas técnicas de gestión y dirección de negocios, y las universidades se apresuraron a formalizar programas de estudio en congruencia con las nuevas necesidades de los futuros técnicos, de los dirigentes empresariales y políticos. La banca se preparó con fondos y programas orientados a los requerimientos que el aparato económico con seguridad demandaría. La vida en la política continuó en sus debates ideológicos y las diferencias entre derechas e izquierdas nunca se lograban reconciliar, pero siempre hubo puntos de acuerdo y pactos en los que el sentido práctico y la objetividad prevalecieron por el bien y por el amor a España.

El resultado, digan lo que digan los oponentes políticos de los regímenes en turno en España, es nada menos que sorprendente. Los españoles han vivido una época de prosperidad sostenida por su economía internacionalizada en conjunto por el mercado doméstico y el mercado internacional.

Las economía mexicana a principios de los años 80 no difería en gran forma de la española. Ambas fueron economías cerradas por largo tiempo y estaban en procesos de apertura. José López Portillo ante el sindicato de Pemex desechó la oportunidad de adherir nuestro país al GATT, el 18 de marzo de 1982, en uno más de sus arranques seudo nacionalistas que fueron devastadores para el país. España estaba en esa época todavía en la niñez de su vida democrática posterior al franquismo.

Finalmente en el gobierno de Miguel de la Madrid, a fines de 1985, se dio el sí mexicano a una primera parte de la apertura comercial y el Senado aprobó la inserción de México al GATT. No hubo financiamientos, no hubo cursos ni preparación. Nuestra infraestructura permaneció retrasada. De vez en cuando, Luis Malpica de la Madrid aparecía en alguna conferencia regional a explicar su libro "Qué es el GATT" y...

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