Encíntame el oído
| Autor | Oliver Zazueta |
Las noches nunca fueron iguales, la adolescencia acampaba en el interior, y por ende, el gusto cada vez mayor por la música: Una grabadora Panasonic era la mejor compañía, con dos compartimentos, 1 y 2, con el botón rojo de "rec", que permitía capturar lo que sonaba en la radio, justo después de la intervención del locutor.
Esa plana caja de plástico con dos carretes de cinta te permitía llevarte a tu guarida horas de mezclas que harían tu vida más placentera.
Todo gracias a que en 1963, hace exactamente 50 años, en Europa, Philips lanzaba al mercado el audio casete compacto. Casete deriva del vocablo francés "cassette", cuya traducción podría ser "cajita" o "cofrecito".
Hubo un tiempo en que era el rey del sonido. Los años 70 y 80 fueron sus mejores glorias -desde 1964 comenzó a popularizarse al salir a la venta en EU-.
Los sistemas Dolby permitieron mejorar el sonido, Maxell y TDK eran los amos de las cintas vírgenes y los reproductores portátiles, en especial el Walkman de Sony.
Además de la música comercial, el rock y el punk lograron acomodarse en este sistema lo-fi, que gracias a su durabilidad y fácil grabación permitió que el underground lo usara como medio de sobrevivencia.
Hoy el casete habita en la comarca del olvido, apabullado por los dragones que dominaron el mercado posterior -el CD y lo digital-, para encontrarlo, hay que acudir al submundo, a páginas de Internet como eBay, tiendas perdidas y a la memoria de muchos de los que hicieron el rock en México.
DEMOS EN CINTA MAGNÉTICA
Tito Fuentes, integrante de Molotov, le tiene un cariño especial al formato. Sus primeros demos los hizo en casete, utilizó un estéreo de su hermana con doble casetera y entrada de micrófono para hacer "Cerdo" -(track incluido en ¿Donde Jugarán Las Niñas? (1997)-, y junto a Micky Huidobro grabó uno por uno letra e instrumentos.
"Me acuerdo que And Justice for All, de Metallica, todavía lo compré en casete. Ahora tengo una grabadorcita que me regaló mi chava y la uso de repente. Ella es súper melómana y tiene unos mixes buenísimos que hacía en los 90, de repente ahí nos ponemos a echar desmadre".
Las primeras rolas de Caifanes también fueron grabadas en casete en los años 80, entre Saúl Hernández y Diego Herrera.
"Hubo unas grabadoras que eran de multitrack. En una de esas hicimos todos los demos. Resultaba súper práctico, porque con 3 ó 4 mil varos de los de ahora te comprabas un bicho de esos y podías grabar multicanal, pero las cabezas tenían que...
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