Encuentra redención

AutorLuis Alberto Aguirre

Hace 3 años, Michael Vick pasó de superestrella de la NFL a convicto y un hombre repudiado en Estados Unidos. Hoy, el quarterback ha recuperado su estatus en el emparrillado y, a su vez, busca convertirse en un hombre ejemplar.

Luego de haber pasado 18 meses en una prisión federal, en Virginia, a causa de su participación y promoción de peleas de perros clandestinas y haber puesto con ello su carrera en riesgo, Vick ha aprovechado la oportunidad que la vida, la Liga y las Águilas de Filadelfia le brindaron para rehacer lo que parecía perdido.

Quebrado, y con el rechazo de miles en EU, Vick salió de la cárcel y recibió un voto de confianza de las Águilas, con quienes pudo resurgir su magia, incluso mostrándose como un líder nato y un mejor pasador.

Mientras Donovan McNabb, el hombre que la temporada pasada dirigía todavía la ofensiva de las Águilas, calienta la banca en Washington, y Kevin Kolb, el titular en Filadelfia al inicio del año, hace lo propio, Vick disfruta de una increíble temporada que lo colocó segundo en la votación para el Pro Bowl, es candidato a Jugador Más Valioso del Año y ya hizo a Filadelfia campeón del Este en la NFC.

Para muchos, ésta no fue una segunda, sino la última oportunidad para Vick, quien en su "currículum" presenta varios problemas fuera del emparrillado, pero sin duda parece que el encierro cambió de forma positiva su vida.

"El día que ingresé a prisión y que cerraron la puerta fue entonces cuando me dí cuenta de lo que había hecho y la falta de juicio. No hay forma de explicar la culpa y el dolor que sentía, esa es la razón por la que lloré tantas noches, por lo que hice, por perder a mi familia y porque decepcioné a muchas personas.

"No estar en el campo de futbol, esa no era mi vida, así no se supone que serían las cosas", declaró Vick en una entrevista al programa 60 Minutos, semanas después de haber sido liberado.

El pasador, quien antes de llegar a prisión era el jugador mejor pagado de la Liga, con un contrato superior a los 100 millones de dólares, encontró trabajo y un salario "modesto" en Filadelfia, apenas 3 meses después de su encierro. Andy Reid, coach de los emplumados, habló con él y quedó convencido de que había un legítimo deseo de cambio en el pasador.

No se equivocó.

Ejemplo y repudio El resurgimiento de Michael Vick le ha traido tanto admiradores como detractores. Por una parte, hasta el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo considera un ejemplo por recobrar su vida y aprovechar...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR